Ante el gran desafío que supone el enfrentarnos a una nueva economía basada en la inteligencia humana en la red las Universidades deben generar profesionales que sean capaces de responder a las nuevas necesidades y requerimientos empresariales e institucionales.

 Estamos claramente ante un fenómeno previamente descrito por Don Tapscott en su obra Digital Economy como la digitalización de la información e Internet, la llamada Economía Digital.

Las oportunidades en este campo son increíbles, de hecho es en el mundo empresarial donde comenzamos a encontrarnos con términos como el de Activos Digitales los cuales incluyen toda la información de las distintas cuentas social media, cuentas de email, cuentas de inversión, websites, archivos e imágenes de clientes, documentos, audios, vídeos y archivos digitales de similar naturaleza que pueden ser almacenados en nuestros dispositivos electrónicos como móviles, tabletas, portátiles o sobremesa. Y todos estos activos digitales tiene un gran valor sentimental, histórico y financiero.

A lo anteriormente descrito hay que unirle la clara y manifiesta creciente actividad virtual de todos y cada uno de los habitantes de nuestro planeta, actividad universal deslocalizada. Es en este punto donde el decantarse por el estudio de las técnicas y estrategias desarrolladas en Internet para publicitar y vender productos y servicios, es decir; decantarse por el Marketing Digital como formación es una apuesta clara y determinada de futuro. 

El peligro potencial, para aquellos individuos, empresas o sociedades que se queden atrás será mayúsculo.