EN CLAVE ETNOBOTÁNICA

EN CLAVE ETNOBOTÁNICA

Cuerpo: 

Siete días y un deseo En clave etnobotánica La visita a un espacio rural sostenible y participativo u,. José Manuel del Barrio Sociólogo El viernes volví a disfrutar de un día maravilloso. ¿El motivo La práctica de campo que varios profesores de la Facultad de Ciencias Sociales, de la Universidad de Salamanca, realizamos con estudiantes del Grado de Sociología en el municipio de Cillán (Ávila), donde pudimos disfrutar de un proyecto de desarrollo rural impresionante: «Ávila en clave etnobotánica». Quienes me conocen en estas tierras saben que me interesan muy especialmente todos aquellos aspectos relacionados con el desarrollo del mundo rural y que, siempre que tengo la ocasión, visito con mis estudiantes de la Universidad cualquier iniciativa o propuesta que suponga nuevas lecciones y nuevos aprendizajes, no solo para ellos sino también para mí, pues entiendo que seguir aprendiendo fuera de las aulas y sobre el terreno, con la gente, los profesionales y las instituciones que nos acogen, es y seguirá siendo una de mis prioridades personales y profesionales. El proyecto «Ávila en clave etnobotánica» nació en 2016 con el fin de diseñar, planificar, ejecutar y evaluar un programa de desarrollo rural sostenible y participativo, aprovechando las plantas como un recurso con múltiples dimensiones: culturales, turísticas, gastronómicas y pedagógicas. Es una aventura maravillosa que han iniciado unos cuantos «locos» que aman y respetan el mundo rural y, muy por encima de otra consideración, a las personas de los pueblos y su cultura, siendo conscientes de que con los recursos endógenos y las sabidurías acumuladas durante tanto tiempo se puede impulsar el desarrollo con nuevas ideas y proyectos, demostrando una vez más que el mundo rural sí tiene futuro. Las iniciativas, sin embargo, no brotan por generación espontánea y para su lanzamiento es imprescindible la implicación de la gente. En este caso, los impulsores han sido los agentes de desarrollo local de varias localidades abulenses, que han visto la oportunidad de utilizar la etnobotánica como un recurso de desarrollo rural sostenible. Y el viernes pudimos conocer por fin la experiencia. Lo que más me entusiasmó de la práctica de campo fue la ilusión que desprendían los artífices del proyecto, aunque en alguna ocasión manifestaran también los problemas que se han ido encontrando en el camino. Lo importante, sin embargo, es que han empezado a caminar y se pueden convertir en una referencia para otras zonas rurales de Castilla y León. Además, compartir con las personas de Cillán y de otras localidades de la zona el taller de las escobas que hicimos por la tarde fue una experiencia única e irrepetible. Sí, allí estábamos los estudiantes y profesores haciendo escobas con la gente del pueblo, esos artilugios que muchos de nuestros padres o abuelos empleaban para barrer la casa, el hogar, las calles, los establos o las eras. Pues bien, de eso se trata, de utilizar la etnobotánica como un recurso endógeno y sostenible para el desarrollo rural. Ojalá que algún ayuntamiento de Zamora se entusiasme con la idea, recoja el guante y ponga en marcha una iniciativa similar.

Posición: 
14
Medio: 
OPIZA
Procedencia: 
CASTILLA-LEON
Número de Lectores: 
46 000
Tirada: 
5 706
Difusión: 
4 554
Sector: 
INFORMACION GENERAL
Periodicidad: 
Diaria
Clasificación: 
Información General
Identificador Noticia: 
114 648 503.00
Titular: 
EN CLAVE ETNOBOTÁNICA
Autor: 
José Manuel del Barrio
Fecha: 
Domingo, 3 Diciembre, 2017
Superficie: 
190.90
Página: 
18
Texto libre: 
Siete días y un deseo En clave etnobotánica La visita a un espacio rural sostenible y participativo u,. José Manuel del Barrio Sociólogo El viernes volví a disfrutar de un día maravilloso. ¿El motivo La práctica de campo que varios profesores de la Facultad de Ciencias Sociales, de la Universidad de Salamanca, realizamos con estudiantes del Grado de Sociología en el municipio de Cillán (Ávila), donde pudimos disfrutar de un proyecto de desarrollo rural impresionante: «Ávila en clave etnobotánica». Quienes me conocen en estas tierras saben que me interesan muy especialmente todos aquellos aspectos relacionados con el desarrollo del mundo rural y que, siempre que tengo la ocasión, visito con mis estudiantes de la Universidad cualquier iniciativa o propuesta que suponga nuevas lecciones y nuevos aprendizajes, no solo para ellos sino también para mí, pues entiendo que seguir aprendiendo fuera de las aulas y sobre el terreno, con la gente, los profesionales y las instituciones que nos acogen, es y seguirá siendo una de mis prioridades personales y profesionales. El proyecto «Ávila en clave etnobotánica» nació en 2016 con el fin de diseñar, planificar, ejecutar y evaluar un programa de desarrollo rural sostenible y participativo, aprovechando las plantas como un recurso con múltiples dimensiones: culturales, turísticas, gastronómicas y pedagógicas. Es una aventura maravillosa que han iniciado unos cuantos «locos» que aman y respetan el mundo rural y, muy por encima de otra consideración, a las personas de los pueblos y su cultura, siendo conscientes de que con los recursos endógenos y las sabidurías acumuladas durante tanto tiempo se puede impulsar el desarrollo con nuevas ideas y proyectos, demostrando una vez más que el mundo rural sí tiene futuro. Las iniciativas, sin embargo, no brotan por generación espontánea y para su lanzamiento es imprescindible la implicación de la gente. En este caso, los impulsores han sido los agentes de desarrollo local de varias localidades abulenses, que han visto la oportunidad de utilizar la etnobotánica como un recurso de desarrollo rural sostenible. Y el viernes pudimos conocer por fin la experiencia. Lo que más me entusiasmó de la práctica de campo fue la ilusión que desprendían los artífices del proyecto, aunque en alguna ocasión manifestaran también los problemas que se han ido encontrando en el camino. Lo importante, sin embargo, es que han empezado a caminar y se pueden convertir en una referencia para otras zonas rurales de Castilla y León. Además, compartir con las personas de Cillán y de otras localidades de la zona el taller de las escobas que hicimos por la tarde fue una experiencia única e irrepetible. Sí, allí estábamos los estudiantes y profesores haciendo escobas con la gente del pueblo, esos artilugios que muchos de nuestros padres o abuelos empleaban para barrer la casa, el hogar, las calles, los establos o las eras. Pues bien, de eso se trata, de utilizar la etnobotánica como un recurso endógeno y sostenible para el desarrollo rural. Ojalá que algún ayuntamiento de Zamora se entusiasme con la idea, recoja el guante y ponga en marcha una iniciativa similar.
Número de Páginas: 
1
Tipo de Impresión: 
Blanco y Negro
Archivo PDF: 
prensa/noticias/201712/001W9BCN.pdf
Identificador Tema: 
93 644
Tema: 
UNIVERSIDAD DE SALAMANCA