UNAMUNO SE CARTEABA CON TODOS

UNAMUNO SE CARTEABA CON TODOS

Cuerpo: 

Fue Miguel de Unamuno (Bilbao, 1864Salamanca, 1936) un escritor sin freno,o, y entre los múltiples palos que tocó –narrativa, poesía, teatro, ensayo, libros de viajes, artículos en prensa– se mostró especial-mente torrencial en uno, ell epistolar, hasta tal punto quee él mismo reconocía sufrir laa enfermedad de la «epistolo-omanía » . « Me gusta escribirir cartas, es lo más lírico y me-enos ilativo», le dice en una mi-misiva a Ortega y Gasset. A lo lar-argo de su vida recibió más dede 20.000 y escribió unas 3.000.00. Entre sus corresponsales esta-taba lo más granado de la políti-ítica y de la cultura de su época;ca; también familiares y amigos,os, lo que permite profundizar en el Unamuno más íntimo y per-ersonal. «Qué son mis cartas sinoino mi biografía», dijo. En realidad,ad, son mucho más: el retrato dee la España que transitaba entre si-siglos sumida en la depresiónn y avanzaba cargada de contra-radicciones hasta la desemboca-cadura en un conflicto fraticida.da. Los hispanistas Colettee y Jean- Claude Rabaté, autoresres de la biografía canónica del escritor –publicada por Taurus en 2009– han asumido la gigantesca tarea de recopilar en ocho tomos las cartas que envió. El primer volumen, Miguel de Unamuno. Epistolario I (1880-1889) (Ediciones Universidad de Salamanca), reúne 303 epístolas de la juventud del autor, de las que 60 son parcial o íntegramente inéditas. Se presentan en su natural orden cronológico. Fueron escritas durante las dos últimas décadas del siglo XIX y en ellas descubrimos a un Unamuno sediento de conocimiento, aficionado a la filología, el periodismo, la política, la creación literaria, la traducción... Con su lectura asistimos a la forja de un «sembrador de cultura». El libro contiene cartas privadas y públicas –algunas se pueden considerar artículos de prensa–, ficticias y administrativas, borradores y postales... «Era capaz de escribir cuatro o cinco al día, y algunas muy extensas», reconoce Jean-Claude Rabaté. «Hacía copias de sus manuscritos y se las enviaba a sus amigos para que le dieran su opinión. ¡Y en aquella época no había fotocopiadora! » . En esos textos queda impresa la huella de la Historia de España que le tocó vivir. En concreto, en el primer volumen, la última guerra carlista, el anarquismo y los procesos de Montjuïc –juicio militar tras el atentado terrorista contra la procesión del Corpus en Barcelona en 1896 que provocó 12 muertos–, la guerra de Cuba, el Desastre y sus consecuencias. La cara más íntima Sin embargo, su compromiso público no tapa al Unamuno más hondo, angustiado por una crisis espiritual y por el porvenir de su familia. «A pesar de su pudor innato, ya que era consciente de que esa correspondencia podía pasar a la posteridad, la fachada de hombre severo se resquebraja cuando leemos sus escritos personales», comenta Colette Rabaté. «Transmite grandes emociones en el momento de casarse con Concha y cuando nacen sus hijos. Era muy niñero». Entre sus corresponsales figuran escritores como Pérez Galdós, Pío Baroja, Clarín, Blasco Ibáñez, Valle-Inclán, Rubén Darío, Joan Maragall y Azorín (del que decía que «hacía bostezar a media España»); políticos como Romanones, Alcalá Zamora y Azaña; pintores como Zuloaga; pensadores como Ortega y Gasset... «Unamuno es el gran intelectual español del primer tercio del siglo XX», concluyen los Rabaté. «Si recibió 20.000 cartas suponemos que debió contestar casi todas, y ‘‘solo’’ tenemos 3.000. ¿Dónde están las demás?».

Posición: 
38
Medio: 
ABCMA
Procedencia: 
MADRID
Número de Lectores: 
423 000
Tirada: 
121 283
Difusión: 
83 609
Sector: 
RELIGION
Periodicidad: 
Semanal (Jueves)
Clasificación: 
Información General
Identificador Noticia: 
284 699 747.00
Titular: 
UNAMUNO SE CARTEABA CON TODOS
Autor: 
MIGUEL ÁNGEL BARROSO
Fecha: 
Sábado, 2 Diciembre, 2017
Superficie: 
0.00
Página: 
12
Texto libre: 
Fue Miguel de Unamuno (Bilbao, 1864Salamanca, 1936) un escritor sin freno,o, y entre los múltiples palos que tocó –narrativa, poesía, teatro, ensayo, libros de viajes, artículos en prensa– se mostró especial-mente torrencial en uno, ell epistolar, hasta tal punto quee él mismo reconocía sufrir laa enfermedad de la «epistolo-omanía » . « Me gusta escribirir cartas, es lo más lírico y me-enos ilativo», le dice en una mi-misiva a Ortega y Gasset. A lo lar-argo de su vida recibió más dede 20.000 y escribió unas 3.000.00. Entre sus corresponsales esta-taba lo más granado de la políti-ítica y de la cultura de su época;ca; también familiares y amigos,os, lo que permite profundizar en el Unamuno más íntimo y per-ersonal. «Qué son mis cartas sinoino mi biografía», dijo. En realidad,ad, son mucho más: el retrato dee la España que transitaba entre si-siglos sumida en la depresiónn y avanzaba cargada de contra-radicciones hasta la desemboca-cadura en un conflicto fraticida.da. Los hispanistas Colettee y Jean- Claude Rabaté, autoresres de la biografía canónica del escritor –publicada por Taurus en 2009– han asumido la gigantesca tarea de recopilar en ocho tomos las cartas que envió. El primer volumen, Miguel de Unamuno. Epistolario I (1880-1889) (Ediciones Universidad de Salamanca), reúne 303 epístolas de la juventud del autor, de las que 60 son parcial o íntegramente inéditas. Se presentan en su natural orden cronológico. Fueron escritas durante las dos últimas décadas del siglo XIX y en ellas descubrimos a un Unamuno sediento de conocimiento, aficionado a la filología, el periodismo, la política, la creación literaria, la traducción... Con su lectura asistimos a la forja de un «sembrador de cultura». El libro contiene cartas privadas y públicas –algunas se pueden considerar artículos de prensa–, ficticias y administrativas, borradores y postales... «Era capaz de escribir cuatro o cinco al día, y algunas muy extensas», reconoce Jean-Claude Rabaté. «Hacía copias de sus manuscritos y se las enviaba a sus amigos para que le dieran su opinión. ¡Y en aquella época no había fotocopiadora! » . En esos textos queda impresa la huella de la Historia de España que le tocó vivir. En concreto, en el primer volumen, la última guerra carlista, el anarquismo y los procesos de Montjuïc –juicio militar tras el atentado terrorista contra la procesión del Corpus en Barcelona en 1896 que provocó 12 muertos–, la guerra de Cuba, el Desastre y sus consecuencias. La cara más íntima Sin embargo, su compromiso público no tapa al Unamuno más hondo, angustiado por una crisis espiritual y por el porvenir de su familia. «A pesar de su pudor innato, ya que era consciente de que esa correspondencia podía pasar a la posteridad, la fachada de hombre severo se resquebraja cuando leemos sus escritos personales», comenta Colette Rabaté. «Transmite grandes emociones en el momento de casarse con Concha y cuando nacen sus hijos. Era muy niñero». Entre sus corresponsales figuran escritores como Pérez Galdós, Pío Baroja, Clarín, Blasco Ibáñez, Valle-Inclán, Rubén Darío, Joan Maragall y Azorín (del que decía que «hacía bostezar a media España»); políticos como Romanones, Alcalá Zamora y Azaña; pintores como Zuloaga; pensadores como Ortega y Gasset... «Unamuno es el gran intelectual español del primer tercio del siglo XX», concluyen los Rabaté. «Si recibió 20.000 cartas suponemos que debió contestar casi todas, y ‘‘solo’’ tenemos 3.000. ¿Dónde están las demás?».
Número de Páginas: 
1
Archivo PDF: 
prensa/noticias/20171202/CLIENT_284699747.pdf
Identificador Tema: 
93 644
Tema: 
UNIVERSIDAD DE SALAMANCA