Un proyecto conecta investigaciones científicas y demandas tecnológicas de España y Portugal

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22/05/2013
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Agencia de Noticias DiCYT
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Salamanca ha acogido hoy una nueva reunión del Proyecto INESPO (Red de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa Región Centro de Portugal-Castilla y León)

BAC/DICYT Salamanca ha acogido hoy una nueva reunión del Proyecto INESPO (Red de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa Región Centro de Portugal-Castilla y León) con el objetivo de intercambiar experiencias en el campo de la investigación y la innovación con participación de empresas y universidades. Tras dos años de proyecto el balance de los participantes es positivo, como se ha reflejado en alguno de los casos de éxito presentados.

El Proyecto INESPO es una red de innovación transfronteriza entre España y Portugal en la que trabajan, desde el año 2011, siete universidades, cuatro de Castilla y León y tres de la región Centro de Portugal: la Universidad de Salamanca, la Universidad Pontificia de Salamanca, la Universidad de León, la Universidad de Valladolid, la Universidad de Aveiro, la Universidad de Beira Interior y la Universidad de Coimbra. A las instituciones académicas hay que añadir una asociación empresarial de Coimbra.

“Se puede transferir conocimiento entre universidad y empresa en esta zona fronteriza y durante estos dos años nos hemos dado cuenta de que no trabajamos de manera muy diferente en Portugal y en España, por lo que el transferir conocimientos ha resultado muy fácil”, comenta en declaraciones recogidas por DiCYT Eva Maestro Moro, técnico encargada del proyecto por parte de la Fundación General de la Universidad de Salamanca.

En su opinión, “se han conseguido casar resultados de investigación con demandas tecnológicas de empresas de un lado y de otro, también se ha generado alguna empresa nueva de emprendedores, sobre todo de perfil universitario, bien sean recién titulados o algún investigador, hemos aprendido mucho unos de otros y lo mejor son los resultados obtenidos”.

El proyecto ofrece posibilidades en todos los sectores, bien es cierto que en el sector de las nuevas tecnologías, conocido como tecnologías de información y comunicación, los proyectos requieren muy poca inversión en el inicio y, de alguna manera, son más fáciles de poner en marcha; frente a un proyecto biotecnológico que requiere una inversión más fuerte y es necesario buscar financiación adicional.

52 empresas en los últimos años

Al margen de la repercusión que este proyecto tenga, la Universidad de Salamanca ha impulsado directa o indirectamente la creación de nuevos negocios en los últimos años, según los datos de su Fundación General. “Tenemos censadas al menos 52 empresas que se han creado con el apoyo de esta universidad y el 80% siguen funcionando”, ha señalado Eva Maestro.

Aunque ya en 1996 se creó la primera, en realidad hasta 2006 sólo hubo un pequeño “goteo” de nuevas empresas vinculadas a la institución académica salmantina. Sin embargo, a partir de ese año las cifras aumentaron de forma significativa con proyectos como el previvero de empresas CIDE (Centro de Innovación y Dinamización Empresarial). “Es a partir del 2006 cuando se han dado importantes resultados y con una línea claramente ascendente. En la Fundación General estamos trabajando en poner en marcha una segunda fase, una ampliación del programa de apoyo a los emprendedores para dar apoyo a las empresas en las primeras fases una vez constituidas”, indica la experta.

Un claro ejemplo de emprendedores de la universidad es Santiago González Izard, creador de la empresa ARSOFT, basada en un proyecto premiado, y que esta mañana protagonizó una de las intervenciones de la jornada. “Santiago es un claro ejemplo de colaboración directa, se ha formado en el marco de un curso transfronterizo de creación de empresas, estamos ante un ejemplo de que las cosas pueden salir adelante”, afirma Eva Maestro. El caso de ARSOFT

Santiago González Izard, licenciado en Ingeniería Informática por la Universidad de Salamanca, ha fundado recientemente la empresa ARSOFT (Aument of Reality SOFTware) y es un resultado reciente del Proyecto INESPO. “Hice el proyecto fin de carrera, vi que podía ser interesante, y me lancé; me presenté a un concurso y lo gané, eso me dio más ánimo y al final lo acabé creando”, comenta. El negocio está basado en productos de realidad aumentada y sistemas de localización. “La sociedad como tal la he creado este mes de mayo, en breve empezaremos a comercializar productos, por ahora, fuera de España. Latinoamérica, principalmente, es donde está saliendo algún cliente y parece que la cosa empieza a funcionar”, afirma el joven emprendedor.

Además de la financiación, se presentan otras dificultades a la hora de formar una empresa, según ha explicado, la más vital aparece una vez creada la empresa y es la captación de clientes y la exportación. “Parece que los programas de ayuda son para grandes empresas, porque al final exportan las grandes empresas y si no se deriva eso a las PYMES que son el 90% de las empresas españolas esto no va a seguir adelante y las pequeñas empresas acabaran muriendo; asique hay que potenciar más la exportación y captación de clientes a nivel de pequeñas y medianas empresas y de nuevos emprendedores o autónomos” explica Santiago.