El Servicio de Actividades Culturales inaugura la exposición ‘Otro Yo’, del Colectivo PantallaGRIS

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La muestra estará abierta al público desde el viernes 9 de enero hasta el 8 de febrero en el espacio de Arte Experimental de la Hospedería Fonseca
08/01/2015
Autores: 
Comunicación Universidad de Salamanca
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El director del Servicio de Actividades Culturales, Manuel Heras, y el profesor de la Facultad de Bellas Artes, José Luis Pajares, han presentado en rueda de prensa esta mañana la exposición del proyecto “Otro Yo”, que muestra el trabajo de los artistas integrantes del Colectivo PantallaGRIS, Bárbara Cachán y Adrián Rodríguez.

La muestra, organizada por el Servicio de Actividades Culturales de la Universidad de Salamanca, se podrá visitar hasta el día 8 de febrero en el espacio de Arte Experimental de la Hospedería Fonseca.

El proyecto “Otro Yo” surge gracias a la simbiosis de dos jóvenes artistas que apuestan porque el intercambio les lleve más allá de sus diferentes puntos de vista, desarrollándose una complicidad que ha dado como resultado una prolífica labor creativa, tanto en planteamientos conceptuales, como en los procesos de producción. Además, los autores no solo pretenden presentar o transformar lo representado, sino cambiar la mirada sobre el objeto evitando la misión regulada del artista como ilustrador social para interesarse por la complicidad con el espectador que sabe de la existencia de las transformaciones de la cultura.

Los autores de esta propuesta realizan una declaración de intenciones mediante la insolencia de ser protagonistas de un mensaje que viaja por las formas de lo grotesco, sin por ello resultar siniestras. El conjunto de la muestra acaba siendo una alucinación penetrante cargada de mutaciones y nuevas monstruosidades que rozan lo hipnótico pudiendo pasar por oníricas pesadillas donde el barroquismo subconsciente apreciable en algunas piezas destila un irónico desparpajo.

Las obras, principalmente monocromas, muestran deformaciones aparentemente crueles que forman seres experimentales producto de caprichosas transformaciones morfológicas que componen fisiognomías hibridadas por las nuevas circunstancias. Sin embargo, pese a la deshumanización de los rostros, la mirada es fijada en el espectador para así mantener una tensión constante entre la obra y el visitante. A pesar de todo, no se observa una representación de lo concreto, cada obra es una divertida sátira que remite las condiciones aleatorias de los nuevos reinos del ser contemporáneo, dominados por la fragilidad de la identidad y la existencia a partir de los otros. Este mundo antropomorfo plagado de seres postapocalípticos con existencias perdidas, presupone la consagración de los miedos personales y la desazón colectiva.

En todas las piezas, la percepción engendra extrañas metamorfosis que terminan por alcanzar un éxtasis en constante transformación. El establecimiento de series les permite intervenir manualmente cada pieza, lo que hace posible trabajar en múltiples pruebas la vez. Esta fragmentación y desfragmentación en la realización de la obra aporta una productiva sofisticación, donde el método de trabajo en lugar de limitar la percepción, la amplifica. En cada imagen se puede ver desaparecer y reaparecer nuevas identidades a partir de una sola matriz, personajes salidos de una iconografía con una belleza radical de magazine que pueden acabar en desechos anónimos. En la serie de rostros, por el contrario, las personas fotografiadas son modelos únicos donde tras las fisionomías alteradas por el gesto emotivo perviven referentes propios que pueden reconocer, aunque no por ello de forma permanente. Intervenidos mediante simples disolventes o con ordenadores, los modelos se remodelan y descoyuntan con la misma finalidad, descontextualizar lo reconocible.

Cachán y Rodríguez hacen uso de sus habilidades con el dibujo para hibridar realidades diametralmente opuestas a los estándares formales que han aprendido académicamente. Esta dimensión ambigua de sus obras pretende mostrar las deformidades interiores que no podemos controlar, producidas por la influencia de una sociedad que inculca una ideología opuesta a la propia condición humana, donde nuestra propia naturaleza ha dejado de reflexionar si caminamos hacia el bien o el mal, disolviéndose cualquier identidad personal.

El proyecto “Otro Yo” pone en escena a los seres en transición que somos, entes impotentes ante cualquier posibilidad de liberación. Aunque no se pretendiera directamente, la influencia del cine y el cómic también está latente en la iconografía de los autores, donde a pesar de la manipulación extrema, se mantiene una plasmación vinculada con lo real, sin poses ni ridiculizaciones. Como sus creadores dicen “en este juego de realidad-irrealidad, el espectador ve su reflejo agónico, donde uno no sabe si se encuentra dentro o fuera de los límites de la gran pantalla”. Los personajes están ahí, con toda su aparente libertad, tal como desean ser, pero sometidos a una realidad y a una dirección ajena, bajo la omnipresente influencia de pantallas que creemos manejar a nuestro antojo, pero a las que consentimos que nos cuenten constantemente lo ajeno. Los seres que se asoman en esta exposición no han perdido del todo su identidad, pero les cuesta cada vez más reconocerse en lo propio, solo se dejan ver como fragmentos perdidos que gritan, aún estoy aquí. ____________________________________________________________________________ Más información: Servicio de Actividades Culturales de la Universidad de Salamanca. Telf.: 923 294480 Correo electrónico: cenfoto@usal.es   Más información: www.sac.usal.es ____________________________________________________________________________