Las piedras de la Catedral para el claustro de Palamós, vendidas en 1917 Un libro publicado por Ediciones Universidad de Salamanca incluye el asiento contable I El monumental volumen dirigido por Gerardo Boto suma aportaciones de 10 expertos B.F.O. | SALAMANCA Los expertos se reafirman en que parte del claustro de Palamós procede de la catedral románica de Salamanca. En 1917, según el libro de asientos de la seo, el obispo Julián de Diego vendió al anticuario Ignacio Martínez las piedras, que estuvieron apiladas durante más de un siglo en el Colegio de Calatrava, y en 1931 se comenzaron a montar de nuevo en Madrid. El monumental libro ¿Salamanca-Ciudad Lineal-Palamós. Las arcadas claustrales de Mas del Vent", publicado por Ediciones Universidad Salamanca, insiste en que parte del claustro que se encuentra en Gerona procede del patio románico que estuvo en la catedral de Salamanca hasta el siglo XVIII. Coordinado por el profesor Gerardo Boto, el volumen reúne las aportaciones de una docena de expertos e investigadores, entre historiadores del arte, geólogos y arquitectos. En el volumen se indica que 19 de los 44 capiteles (el 43% del total) de la construcción, el 37% de los cimacios (las estructuras situadas justo encima de los capitales) y gran parte del zócalo, son románicos del siglo XII y proceden de la catedral de Salamanca. El profesor destacó ayer que las vigas que se conservan en el Museo de la Catedral del antiguo claustro de la seo ¿encajan como un guante" con las piezas que se hallan en Palamós desde hace 51 años. El estudio descarta que el claustro de Palamós sea moderno, del siglo XX, por sus niveles de deterioro. Tampoco ve a ningún escultor oriundo capaz de elaborar los capiteles ni a personas de fuera de Salamanca con suficiente ¿erudición de plástica románica" para elaborar piezas con una conjugación de argumentos iconográficos que se produjo exclusivamente en la lonja de la Catedral Vieja de Salamanca". Enrique Cabero y José Luis de las Heras, con el libro, y Ana Castro acompañaron a los autores del volumen. | guzón » à El claustro en el libro, en una foto atribuida a Gombau. La venta del obispo a Martínez, en la última línea. Todo de arenisca de Villamayor Todo el claustro de Palamós es de piedra de Villamayor, según explicó ayer el profesor Gerardo Boto. Analizadas las evidencias materiales, los investigadores se centraron en datar su antigüedad. ¿Tiene 80 años o 800 años ¿Son piedras modernas falsificadas o románicas Los análisis geológicos de Màrius Vendrell determinaron que, por su erosión, las piezas esculpidas y no esculpidas tenían una degradación compatible con siglos de antigüedad. Además, en la Edad Media y Moderna los desplazamientos con este tipo de materiales se extendían como mucho 30 kilómetros. Eso significaba, recalcó Boto, que el ámbito de las arcadas de Mas del Vent procedía de Salamanca. Se estudió si el claustro era de Alba de Tormes, pero se descartó porque se reformó en el siglo XVI. Y Antonio Ledesma, al reconstruir el paisaje de los monasterios y conventos de la Salamanca de los s. XII y XIII, concluye que el claustro de la Catedral es el principal candidato en la procedencia de las arcadas de Palamós. LOS DETALLES Terremoto de Lisboa El claustro de la Catedral Vieja de Salamanca fue desmontado en 1785 como consecuencia de los efectos del terremoto de Lisboa de 1755, almacenado, y vendido posteriormente. Aunque se pensó en volverlo a montar, nunca sucedió porque se decidió construir un claustro nuevo. Cientos de ventas El libro ¿Salamanca-Ciudad Lineal-Palamós. Las arcadas claustrales de Mas del Vent" sostiene que la venta de arquetas y piedra labrada a Ignacio Martínez por parte del obispo Julián de Diego fue una más de las centenares de operaciones de comercio de obras de arte llevadas a cabo en las primeras décadas del siglo XX. Ignacio Martínez destaca entre los anticuarios de la época con presencia en Salamanca. Traslado a Madrid Años más tarde el anticuario las transportó en camiones a un gran solar en Ciudad Lineal (Madrid) donde en 1931 comenzó a montar el claustro, con ayuda de Arthur Byne, intermediario entre anticuarios españoles y ricos magnates americanos. Masía de recreo Tras el fallecimiento de Ignacio Martínez, el claustro fue adquirido en 1958 por Hans Engelhorn para engalanar los jardines de su masía de recreo en el Ampurdán, donde se encuentra junto a una piscina. El industrial alemán, ayudado por eminentes anticuarios de Madrid y Barcelona de los años 50 adquirió una obra que contenía piezas antiguas y otras nuevas. En su terminología los anticuarios definen como ¿boda" las obras con génesis dispar. Episodio comercial Gerardo Boto indicó ayer en rueda de prensa junto al vicerrector Enrique Cabero y José Luis de las Heras, director de Ediciones Universidad de Salamanca, que no se puede pedir la vuelta a Salamanca del claustro de Palamós porque se ha vendido y comprado ¿legítimamente".