MARTA MARTÍN GIL / ÁVILA Realizar un viaje por el mundo, de punta a punta, sin salir de Ávila. Esto que parece algo imposible no lo es tanto si ese viaje se realiza en las aulas del campus que la Universidad de Salamanca (USAL) cuenta en Ávila. Porque son muchos los alumnos que cada día acuden a sus clases llegados de otros países del globo terráqueo, creando así, una especie de 'Naciones Unidas' en la extensión abulense de esta centenaria y prestigiosa universidad española. Para ser más exactos, las tres escuelas de la USAL en Ávila cuentan en la actualidad con 153 estudiantes extranjeros, llegados de 17 países diferentes. Aunque es China la nación que más jóvenes 'exporta' a la tierra de Santa Teresa. Y si somos aún más concretos, podemos decir que el grueso de los alumnos extranjeros que cursan estudios en la USAL en Ávila se encuentran en las instalaciones de la Escuela Universitaria de Educación y Turismo. De esos 153 estudiantes, 142 estudian en este centro. Y de esos 142, 110 son chinos. Con ellos e CON NOMBRE PROPIO ÁVILA: 'NACIONES UNIDAS' DE LA USAL La Universidad de Salamanca cuenta en nuestra ciudad con más de 150 alumnos llegados de 17 países diferentes asisten a clase estudiantes españoles, por supuesto. Pero también alumnos de otras 15 nacionalidades, llegados de Marruecos, Rumanía, Rusia, Angola, Kenia, Estados Unidos, Reino Unido, Bolivia, Colombia, Chile, Perú, Ecuador, Vietnam y Moldavia. ¿Y cuáles son los estudios que más demandan los alumnos extranjeros que eligen la Escuela Universitaria de Educación y Turismo Pues, con mucha diferencia, los estudios de Turismo. De hecho, de esos 142 alumnos extranjeros, 121 acuden cada día a las clases correspondientes a esta titulación universitaria. Los 21 restantes se de cantaron en su día por los estudios de Educación Infantil o Primaria. El por qué de la presencia de tantos alumnos chinos en este centro universitario nos lo da Javier Jiménez, subdirector, que habla del convenio firmado hace años con diversas universidades chinas y que implica que estos estudiantes, después de estudiar un curso de español para extranjeros prosiguen sus estudios en Turismo. «Tenemos doce plazas para este tipo de estudiantes», aclara, y habla de alumnos a los que se les reconocen algunas de las asignaturas ya cursadas en su universidad china y que se encuentran «perfectamente integrados» en el día a día. Como también lo están los estudiantes que conforman el otro gran bloque de alumnos chinos y que son aquellos que terminan el Bachillerato en su país y que comienzan directamente sus estudios universitarios en Ávila. «Tratamos de que todos ellos se sientan cómodos en todo momento», prosigue hablando Javier, que pone como ejemplo la celebración de jornadas sobre la cultura china o la celebración del Año Nuevo de ese gran país oriental. Además, se trabaja mucho en las clases con ellos, prestando «espe cial atención a sus necesidades» y reforzando la labor de las tutorías «Lo cierto es que la diversidad cultural aporta mucho al centro, ya que se crea una mezcla de intereses y da bastante colorido», valora este profesor de la USAL, que nos descubre que la Escuela de Educación y Turismo es, «de todos los centros de la USAL» el que tiene una comunidad china más importante y «uno de los más internacionalizados, junto con el de Filología». Y también se preocupan por hacer sentir como en casa a sus alumnos extranjeros en la vecina Escuela Politécnica Superior de Ávila. Allí es su director, Luis Santiago Sánchez, el que nos descubre, por ejemplo, que este año la escuela suma a sus filas ocho nuevos alumnos extranjeros, aunque de ellos, cinco (dada la situación) aún no se han podido incorporar presencialmente. «Pero ya están en contacto con las aulas», recalca Santiago. Estos cinco alumnos proceden de Perú, Marruecos, Guinea (dos de ellos) y China. Y por otra parte, dos alumnos marroquíes y un sudamericano ya están en el aula. A ellos se suman dos marroquíes y un chino en cursos avanzados. Yeisón y Haowen Zao son dos de los 153 alumnos internacionales que este año cursan de manera presencial alguno de los estudios universitarios que se imparten en el campus que la USAL tiene en Ávila. China y Venezuela son sus países de origen. Y los dos se muestran encantados con el trato recibido no sólo en la universidad sino, también, en la propia capital abulense. HAOWEN ZHAO ESTUDIANTE DE TURISMO YEISÓN VELASQUEZ ESTUDIANTE DE INGENIERÍA CIVIL «Ávila es una ciudad muy apta para el estudio. No hay 'tentaciones' y eso conduce a concentrarse y a aprender bien» «La metodología de los profesores es excelente. Las clases se entienden genial y tienen el temario muy organizado» Haowen Zhao, o Alonso, como le conocen sus muchos amigos en la Escuela Universitaria de Educación y Turismo de la USAL, es uno de los 110 estudiantes chinos que cada día cursan estudios en este campus abulense. En su caso son los estudios de Turismo los que ocupan su tiempo. Y lo cierto es que no puede estar más encantado. Con un español pausado pero muy claro, Haowen nos explica cómo llegó a Ávila para cursar los estudios de Turismo. «Yo estudiaba lengua española en China y entonces ya muchos profesores nos hablaban de la USAL», comienza su relato, que también habla de otros amigos estudiando en la Univer Haowen vive cerca de la universidad en un piso compartido con otros dos alumnos chinos sidad de Salamanca. Así que Haowen se lanzó a la aventura y recaló en una ciudad «pequeña», dice, pero que lejos de representar un inconveniente para él es toda ua ventaja. «Es verdad que es pequeña, pero eso es bueno, porque faltan 'tentaciones' y eso conduce a concentrarse, a aprender bien», explica su teoría. Además, explica nuestro interlocutor, Ávila está a un paso de Madrid, por ejemplo, por lo que no duda en viajar a la capital española cuando quiere. En su estancia en España ya ha visitado muchas otras ciudades, aunque es en Ávila donde se siente como en casa. De hecho, cuenta, se sintió muy bien acogido desde el primer momento, tanto por los profesores como por sus compañeros. «Los profesores y los compañeros son muy amables con los estudiantes chinos», dice contento Haowen, que cuando piensa en su futuro se ve pasando aún unos cuantos años más en España (para terminar sus estudios con un máster y quizá trabajar un par de años) pero que querría regresar a China para poder desarrollar allí su completa carrera profesional. Yeisón Velasquez llegó a Ávila movido, principalmente, por motivos de salud. Venezolano de nacimiento, Yeisón vivía en las Islas Canarias, pero las calimas propias de aquellas tierrasno iban muy bien para su fuerte alergia a los ácaros que, incluso, le obligaban a utilizar oxígeno de vez en cuando. Así que, cuando un amigo le habló de Ávila y de su clima, pensó que aquí quizá podría encontrar el lugar en el que seguir cursando estudios universitarios. Sobre todo por la gran oferta universitaria con la que cuenta la ciudad. «Visité la ciudad en vacaciones en noviembre del año pasado y me gustó, aunque fue cuando vine en julio cuando ya me quedé definitivamente», comienza a relatar. Su historial educativo es cuanto menos curioso. Porque Yeisón estudiaba Derecho en Tenerife. Lo hacía a través de la UNED. «Pero era muy complicado hacerlo, sobre todo a la vez que trabajaba», recuerda aquella etapa de su vida. Así que se animó a dar un gran salto y cambiar las leyes por la Ingeniería Civil, con mención en Hidrología, que estudia en Ávila. «La verdad es que la matriculación fue muy sencilla, no tuve ningún problema, todo fueron facilidades», alaba el trabajo realizado desde la USAL. Una universidad en la que se siente muy cómodo. «Encajé muy bien desde el principio», dice, «y he de decir que el trato de todo el mundo ha sido excelente». Y emplea la misma palabra para referirse a la metodología de los profesores. «Las clases se entienden fenomenal y tienen todo el temario súper organizado», prosigue Yeisón con su relato, en el que nos descubre también, por ejemplo, que vive con un familiar y que le gustaría poder desarrollar su labor profesional en España, vista la difícil situación que atraviesa su país. Yeisón llegó a Ávila impulsado por su clima y encontró una universidad hecha a su medida, dice