Las fundaciones de la Universidad de Salamanca, ‘Médicis contemporáneos’ al servicio de la comunidad universitaria

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La labor desinteresada de las fundaciones en la Universidad facilita el apoyo económico a estudiantes e investigadores
22/09/2016
Autores: 
Comunicación Universidad de Salamanca / Sergio Manzano
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Probablemente quien se encuentre leyendo estas líneas desconozca la vida y obra de Argimiro Gómez. Si esta misma persona se preguntase sobre el linaje de los Corselas, no sería raro que tampoco encontrase respuesta. Con un poco de suerte, puede que algo haya oído de las desventuras que tuvieron que sufrir los ilustres señores Unamuno, Moraza y Solórzano debido a una sociedad “radicalizada e intolerante”, como éste último opinaba de la España de la guerra. Sin embargo, el impacto de estos personajes en la Universidad de Salamanca y en la sociedad es indiscutible.

No obstante, hubo una época en la que la situación era distinta. Dentro de su disciplina, su lugar y su tiempo, estas figuras tuvieron un papel capital. La aportación de la familia Unamuno a la cultura española ha sido ampliamente reconocida y difundida, pero no tanto la de personas como Samuel Solórzano, motor económico e industrial de la comarca de Béjar, o la de Miguel Moraza, aplicado cirujano, catedrático de Medicina y docente desde 1931 hasta 1970.

Pero su importancia no queda aquí. La voluntad de estas personas hacia la Universidad de Salamanca y el patrimonio que llegaron a cosechar quisieron que decidieran dedicar una parte de sus fondos, ya sea en vida o de manera póstuma, a facilitar la labor de esta institución. Así surgen las fundaciones en el Estudio Salmantino.

Según la Asociación Española de Fundaciones una fundación se define como “una organización dotada de personalidad jurídica privada que se caracteriza por perseguir, sin ánimo de lucro, fines de interés general a favor de un colectivo genérico de beneficiarios”. Así, la constitución de la misma ante el Protectorado de Fundaciones del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte implica que los fondos del fundador se destinarán a un fin de interés general mediante la donación, hasta el momento de la extinción de la entidad.

Tan sólo en el curso 2014/2015, las fundaciones de la Universidad de Salamanca han destinado a la comunidad universitaria más de 230.000 €

El impacto de las fundaciones en la Usal

Tan sólo en el curso 2014/2015, las fundaciones benéfico docentes de la Universidad de Salamanca han destinado de forma directa a la comunidad universitaria más de 230.000 €. En esta cifra nada desdeñable tan sólo se reflejan las becas, premios y ayudas concedidos de forma directa con los fondos de las sociedades, por lo que para comprender la dimensión y la importancia de las fundaciones en el Estudio salmantino y en la sociedad en general sería necesario tener en cuenta muchas más variables. Congresos, proyectos de investigación, coordinación de programas de becas y subvenciones enriquecen la oferta universitaria y a la vez tienen una serie de beneficios indirectos muy interesantes, como puede ser la puesta en valor y el impulso de la producción científica, algo harto necesario en la actualidad.

Las fundaciones en la Universidad

De este modo, se pueden encontrar en la Universidad de Salamanca cinco fundaciones asociadas al legado patrimonial de una persona física. La Fundación Argimiro Gómez Martín colabora con el Vicerrectorado de Estudiantes y Extensión Universitaria para la concesión de las becas generales para el estudio de la Universidad de Salamanca. En el pasado año, con los fondos donados se han financiado en su totalidad 45 becas.

Por su parte, la Fundación Doctor Moraza premia las tesis doctorales relacionadas con el estudio del cáncer defendidas en la Usal y oferta una beca de estudios para los vecinos de Fuentenebro (Burgos) que decidan estudiar el grado en Medicina en cualquier universidad española. La Fundación Vicente y García Corselas reconoce la trayectoria profesional y fomenta la investigación mediante tres premios, el “Dr. Gonzalo García Rodríguez” para médicos, el “Perfecta Corselas” para profesionales de la Educación y el premio de pintura “Segundo Vicente” para alumnos del último curso de Bellas Artes o egresados.

La labor de las fundaciones es uno de los pilares fundamentales en la búsqueda de la excelencia educativa

Asimismo, la Fundación Memoria de Samuel Solórzano Barruso realiza una convocatoria dividida en tres grupos de ayudas a la investigación, uno para el Centro de Investigación del Cáncer, otro para la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Béjar y un último cupo de ayudas destinado al resto de centros de la Universidad de Salamanca. Es necesario recordar a los interesados que para todas estas ayudas específicas ofertadas por las fundaciones la presentación de solicitudes finaliza el día 28 de octubre.

Finalmente, la Fundación Rafael de Unamuno (hijo mayor del escritor) ofrece una ayuda de investigación para los trabajos relacionados con la figura del pensador vasco y emblemático rector.

Estas fundaciones y sus patronos han sido en varias ocasiones equiparadas con la histórica figura del mecenas. Como una suerte de Cayo Cilnio Mecenas, Médici o Fugger charros y contemporáneos, las fundaciones surgieron con la intención de legar y donar bienes culturales y patrimoniales, en definitiva, de colaborar con la Universidad de Salamanca dentro de lo posible. En 1997, el Consejo Social de la Universidad retoma esta figura como un reconocimiento a aquellas personas o entidades que han realizado un apoyo especialmente reseñable. Entre ellos, se reconoció a la familia Unamuno, Segundo Vicente y María García Corselas, Miguel Moraza y familia, y Samuel Solórzano. Así aparece reflejado en el Patio de Escuelas Menores, pintado en el particular rojo sobre sillarejo que caracteriza al tradicional Vítor doctoral salmantino.

En conclusión, la labor de las fundaciones, ya no sólo en la Universidad de Salamanca sino en todos los Estudios, es uno de los pilares fundamentales en la búsqueda de la excelencia educativa. A través de las donaciones económicas y materiales de los fundadores las universidades enriquecen sus archivos, hacen público el patrimonio privado e incentivan la investigación, la creación artística o el desarrollo del conocimiento en general.