Dentro de la Agenda 2030 para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el cambio climático es uno de los retos más importantes y acuciantes que la humanidad debe enfrentar. Este equilibrio climático, el cual ha permitido el desarrollo de nuestra sociedad tal y como la conocemos en la actualidad, está claramente en riesgo. Y con él, amenaza también la vida en el conjunto del planeta. El consenso alcanzado entre científicos y expertos es claro al respecto, y nos muestra que, si no reducimos las emisiones a la mitad para el año 2030, así como si no conseguimos descarbonizar la economía para 2050, corremos el grave riesgo de calentar nuestro planeta más allá de las posibilidades de adaptación. Sin duda alguna, ha llegado el tiempo de actuar.
Las Universidades en su conjunto, y la Universidad de Salamanca en particular, no puede permanecer impasible ante semejante desafío y debe asumir como propio el papel que la acción por el clima reclama.
Para ello, debemos encauzar todos los esfuerzos e iniciativas que surgen desde diferentes estamentos de la Institución para marcar objetivos comunes, alineados con una estrategia decidida de lucha contra el cambio climático. Debemos medir la Huella de Carbono que genera nuestra Universidad en el desarrollo de sus actividades, que nos ayude a conocer nuestro impacto y nos permita marcar objetivos cuantificables y reales para su reducción. La Universidad debe adquirir el compromiso de liderar y facilitar el cambio, movilizando a la sociedad, educando y concienciando en valores, incidiendo en la capacitación y la formación de los futuros profesionales a través de la inclusión de contenidos transversales en los currículos, apoyando y creando redes de trabajo que comprendan una realidad compleja que debe ser respondida desde todas las áreas de conocimiento. En definitiva, integrar esta lucha en todos los niveles y estructuras de nuestra Institución como garantía para el éxito.
Este compromiso institucional no debe restringirse únicamente al objetivo 13 “Acción por el clima”. Desde la Universidad de Salamanca ya estamos avanzando decididamente con objeto de integrar el conjunto de los ODS a nuestra realidad. Hemos asumido como propio el desafío y aportaremos el esfuerzo y la dedicación necesaria para aportar nuestro granito de arena al gran desafío global que marca la Agenda 2030 promovida por la ONU.
