UNIVERSIDAD | PASO AL MUNDO LABORAL TRAS LA UNIVERSIDAD... ¿QUÉ El paso por las aulas de la universidad supone unos años únicos para los estudiantes pero también es el momento para prepararse para su entrada al mundo laboral. Aquí quedan experiencias de algunos de esos alumnos que encontraron su camino desde las clases al trabajo son clases casi particulares pero permite las prácticas en grupo. Por su parte, Luis Miguel Galán Caballero tiene su propia imagen con su promoción de cien alumnos (aunque acabaron muchos menos). Es graduado en Ingeniería Civil y fue parte de la primera promoción de Obras Públicas. Luego hizo la adaptación en 2013 y trabaja ahora como jefe de explotación de FCC Aqualia en Ávila. En su caso el paso al mundo laboral no fue complicado porque coincidió con el 'boom' de la construcción y los estudiantes se podían colocar antes de acabar la carrera. Por ello realizó entrevistas para las grandes compañías de España y tuvo la opción de elegir. Él comenzó en Iberdrola y ya en Aqualia inició su trabajo como jefe de depuradoras de aguas residuales tes años y luego cambió a gestión de abastecimiento, saneamiento y embalses de Ávila. Otra historia de éxito que fue surgiendo desde las aulas de Ávila es la de Sara Jiménez del Caso, técnico de Minas con sus estudios en la Escuela Superior Politécnica para luego hacer los estudios superiores y el doctorado. Su trabajo lo desarrolla en la consultora energética NESS Energy, donde dirige el departamento de compra de energía y donde lleva casi tres años. Con anterioridad, ha estado en consultoras, también de energía, con labores aprovisionamiento y monitorización de energía aunque . también trabajó en comercializadoras. Sara comenzó sus prácticas en una comercializadora y ya descubrió que le encantaba y decidió continuar y buscar trabajo. Lo hizo en un campo que, asegura, es un sector en el que en este momento no hay dificultades para encontrar trabajo. Tres egresados de la Escuela Politécnica, que contaron sus historias en un encuentro en el centro. / DAVID CASTRO BEATRIZ MAS / ÁVILA El paso por las aulas universi tarias supone una experiencia única para los estudiantes. En gran medida por lo que pueden aprender dentro de sus clases pero también como una manera de madurar, compartir con sus compañeros y el entorno educativo y prepararse para dar el salto al mundo laboral. Y aunque en ocasiones ese salto puede dar miedo, ese temor se reduce cuando se conocen de primera mano algunas de esas experiencias. Así que ahí van algunas de ellas que proceden del campus abulense de la Universidad de Salamanca y que sirven para demostrar cómo los buenos cimientos que recibieron en esta universidad les ayudaron a tener las mejores garantías de futuro. Rocío Mora Fernández de Córdoba, que ahora forma parte del grupo de investigación Tidop de la Escuela Superior Politécnica, realizó estudios de Ingeniera Técnica en Topografía (vino a Ávila después de hacer los cursos de instituto en Salamanca) pero también completó un máster y el Grado en Informática. Recuerda que contactó con un profesor de la escuela abulense y volvió al Tidop y ahora está realizando la tesis. Trabaja en la línea de investigación de tratamiento de nubes de puntos y automatización, cómo pasar de nube de puntos automáticamente a modelo CAD y BIM, para lo cual maneja mucha programación y tratamiento de información con el ordenador, por lo que agradeció sus conocimientos en informática y topografía. Recuerda que en su promoción el grupo era de unas 40 personas, lo que cree que es un grupo ideal porque LA HISTORIA NARRADA DE UN FUTURO ENFERMERO Entre las experiencias que se pueden encontrar de personas que han encontrado su futuro a través de las aulas se encuentra el caso de Javier Varas, un joven graduado en Enfermería que terminó sus estudios hace unos días. Su paso por la universidad fue feliz, con una formación «buena, con profesores que están a la vez en el hospital, que saben al día a día». También agradece aquello que se recibe más allá de las clases, la teoría y la prácticas, y la «humanización de los cuidados». A su futuro se enfrenta «con ganas» y con la mejor base, la de saber que los alumnos de la Escuela de Enfermería de la USAL en Ávila están «bien valorados» e incluso les demandan «de Reino Unido o Noruega». Su intención en el futuro es enfrentarse al EIR y hacer la especialidad, un cambio en el que hay espacio para los buenos recuerdos, el de la escuela donde se ha desarrollado los últimos años, esos profesores «que atienden de forma personal, como si fuéramos una pequeña gran familia». Esos profesores que «nos conocen, que no tienen ningún problema en ayudarnos», insiste, y que les dan diferentes opciones como se ve, por ejemplo, con las comisiones de mejora donde se consensúa con los estudiantes.