Una investigación indica que no hay peligro de desprendimiento de las conchas, pero advierte de que la parte superior de la fachada está muy deteriorada
José Pichel Andrés/DICYT Durante el Festival Internacional de las Artes de Castilla y León (Facyl) de 2009, justo hace dos años ahora, una de las conchas de la Casa de las Conchas fue arrancada. En ese momento surgieron las dudas acerca del estado de conservación de uno de los monumentos más emblemáticos de Salamanca, de manera que dio comienzo una investigación que ahora está a punto de finalizar. Las primeras conclusiones indican que no hay peligro de desprendimiento de ninguna concha, pero que la parte superior de la fachada está muy deteriorada, de manera que los científicos propondrán un plan de intervención, según ha explicado a DiCYT uno de los responsables del estudio.
"Hemos revisado el estado de conservación de la fachada y encontramos que algunas conchas requieren mucha atención", afirma José Vicente Navarro Gascón, científico del Laboratorio de Análisis de Materiales del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), dependiente del Ministerio de Cultura. La parte de abajo está "mucho mejor que la de arriba", en la zona más alta "hay muchas conchas que están desfiguradas, hay fisuras, restos de palominas y costras de sulfatación", señala. En definitiva, "hay conchas que requieren atención, aunque no parece que haya riesgo de caída", concluye.
Además del Ministerio de Cultura, a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España, en esta investigación también participa la Junta de Castilla y León, a través del Centro de Restauración y Conservación de Bienes Culturales de Castilla y León, con sede en Simancas (Valladolid), así como la Universidad de Salamanca, que se ha encargado de la parte de caracterización de la piedra. La Casa de las Conchas, erigida en el siglo XVI y de estilo gótico tardío, es titularidad del Estado, de manera que el Ministerio de Cultura ha invertido más de 20.000 euros en esta investigación.
"Como es un edificio muy singular, estamos observando al detalle el estado de conservación de las conchas, los trabajos de laboratorio están acabando y ahora hay que empezar a elaborar un proyecto de intervención", señala el especiallista. En concreto, la Junta ha finalizado su parte y el trabajo correspondiente al Ministerio concluirá "en una semana o dos". Sin embargo, el proyecto de intervención y los posteriores trabajos de restauración no tienen una fecha definida.
Un geólogo en el Ministerio de Cultura
José Vicente Navarro Gascón, que es el "único geólogo del Ministerio de Cultura" ha estado esta mañana en Salamanca para ofrecer una conferencia en la Facultad de Ciencias organizada por el Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca. El estudio de la Casa de las Conchas no es el único proyecto de investigación en el que participa el Instituto del Patrimonio Cultural de España en la comunidad autónoma, ya que realiza otro estudio sobre la catedral de León.
"Nos ocupamos de todos los temas de gestión del patrimonio, conservación, estudio y divulgación", señala. En su caso, comenzó a trabajar en la conservación de monumentos, en particular para combatir el problema conocido popularmente como "mal de la piedra", pero después pasó al análisis de todo tipo de materiales relacionados con la construcción.
"Los laboratorios del Instituto se ocupan de la restauración de cualquier tipo de obra de arte y, si durante las restauraciones aparecen problemas para identificar materiales y estudiar los posibles tratamientos que hay que aplicar se recurre a varios especialistas, la mayoría son químicos, pero también hay biólogos y yo como geólogo me encargo de la parte de compuestos inorgánicos, minerales y rocas", explica.
Para realizar este tipo de análisis es necesario tomar muestras que ayuden a identificar la naturaleza del soporte de la obra de arte, la técnica de ejecución con la que se ha realizado y el daño o patología que presenta, así como propuestas de intervención para corregirla, explica el experto. Se trata de muestras limitadísimas, más bien "micromuestras", porque lo más importante es "el respeto absoluto a la obra de arte". Por eso, "todos los equipos que tenemos están pensados para trabajar con miligramos de materia como mucho", aunque en el caso de la piedra podría ser más cantidad.
En cualquier caso, los científicos que se dedican a este trabajo utilizan las mismas técnicas que la geología convencional: microscopía óptica, microscopía electrónica de barrido, espectroscopía infrarroja, cromatografía líquida de alta presión, cromatografía de gases o difracción de rayos X, entre otras. "Las técnicas son las mismas, pero la limitación es el tamaño de las muestras, de hecho, tenemos aparatos diseñados para volúmenes de muestras muy pequeños".