EMBAJADA ALEMANA EN LA GUERRA CIVIL

EMBAJADA ALEMANA EN LA GUERRA CIVIL

Cuerpo: 

Patio del Colegio Fonseca, edificio que también acogió el departamento de prensa y propaganda nazi durante la Guerra Civil. | FOTOS: CUESTA Embajada ALEMANA en la GUERRA CIVIL El historiador Tim Fanning recupera el pulso del Fonseca a través del diario del rector del Colegio Irlandés Un teletipo instalado en la galería superior recibía mensajes y noticias de Berlín C N A M A L A S A D URANTE la Guerra Civil el Colegio Arzobispo Fonseca fue sede de la embajada alemana de junio a 1937 a mayo de 1939. El historiador Tim Fanning, particularmente interesado en España, rescata los diarios del padre Alexander J. McCabe para abordar aquella etapa en "The Salamanca Diaries: Father McCabe and the Spanish Civil War". | . O . F . B El inicio de la Guerra Civil sorprendió a los clérigos irlandeses, que entonces acogía el Colegio Arzobispo Fonseca, en su casa de retiro de Asturias, desde donde regresaron a Irlanda. Pero en Salamanca se quedó durante un tiempo el rector Alexander Joseph McCabe, que no pudo impedir que se utilizara el edificio como sede de la embajada alemana. En junio de 1937, con la Guerra Civil a punto de entrar en su segundo año, Wilhelm von Faupel, primer embajador nazi en la España franquista, llegó al Colegio Irlandés en Salamanca para inspeccionar su idoneidad como sede de la embajada alemana, como recuerda Tim Fanning. Desde el 1 de octubre de 1936, con Franco proclamado jefe del Estado se había instalado en Salamanca, en el Palacio Episcopal, el A la puerta de Fonseca llegaban los periódicos alemanes para la Legión Cóndor. Cuartel General del Generalísimo, donde siguió hasta el final de la guerra, aunque en octubre de 1937 Francó fijó su residencia en Burgos. Con Franco en Salamanca, escribe Fanning, llegaron a la ciudad, donde el alojamiento era escaso, diplomáticos, soldados, espías y periodistas, por lo que los ojos se volvieron hacia el Colegio Irlandés establecido en Fonseca. Los primeros funcionarios alemanes se mudaron al Colegio Fonseca el 19 de julio de 1937, "un año después del golpe de estado militar contra el gobierno republicano elegido democráticamente", prosigue Tim Fanning. Mientras mantenía relaciones cordiales con sus huéspedes alemanes, el padre McCabe estaba angustiado porque el Colegio estaba siendo utilizada para las funciones y ceremonias nazis. En noviembre de 1937, la embajada organizó lo que McCabe describió como "un concierto necrológico" para honrar la memoria de los nazis que habían muerto en el Putsch de Múnich de 1923. En enero de 1938, se celebró otro concierto por el quinto aniversario de la llegada de Hitler al poder. Los periódicos alemanes llegaban en pesadas cajas de madera a las puertas del Colegio Irlandés para su distribución a los aviadores y técnicos de la Legión Cóndor que apoyaban a Franco. Más preocupante para McCabe fue el establecimiento del departamento de prensa y propaganda nazi en la galería superior del Colegio Fonseca (y que sus conversaciones fueran vigiladas). Allí había retratos de Franco y Hitler. También estaba el teletipo al que llegaban los mensajes y noticias de Berlín. Con el fin de la Guerra Civil, McCabe pensó en reabrir el Colegio a los clérigos irlandeses, pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial arruinó sus planes.

Posición: 
8
Medio: 
GACSA
Procedencia: 
CASTILLA-LEON
Número de Lectores: 
68 000
Tirada: 
11 316
Difusión: 
9 177
Sector: 
INFORMACION GENERAL
Periodicidad: 
Diaria
Clasificación: 
Información General
Identificador Noticia: 
127 855 693.00
Titular: 
EMBAJADA ALEMANA EN LA GUERRA CIVIL
Fecha: 
Lunes, 16 Septiembre, 2019
Superficie: 
810.20
Página: 
70
Fotografía: 
1
Texto libre: 
Patio del Colegio Fonseca, edificio que también acogió el departamento de prensa y propaganda nazi durante la Guerra Civil. | FOTOS: CUESTA Embajada ALEMANA en la GUERRA CIVIL El historiador Tim Fanning recupera el pulso del Fonseca a través del diario del rector del Colegio Irlandés Un teletipo instalado en la galería superior recibía mensajes y noticias de Berlín C N A M A L A S A D URANTE la Guerra Civil el Colegio Arzobispo Fonseca fue sede de la embajada alemana de junio a 1937 a mayo de 1939. El historiador Tim Fanning, particularmente interesado en España, rescata los diarios del padre Alexander J. McCabe para abordar aquella etapa en "The Salamanca Diaries: Father McCabe and the Spanish Civil War". | . O . F . B El inicio de la Guerra Civil sorprendió a los clérigos irlandeses, que entonces acogía el Colegio Arzobispo Fonseca, en su casa de retiro de Asturias, desde donde regresaron a Irlanda. Pero en Salamanca se quedó durante un tiempo el rector Alexander Joseph McCabe, que no pudo impedir que se utilizara el edificio como sede de la embajada alemana. En junio de 1937, con la Guerra Civil a punto de entrar en su segundo año, Wilhelm von Faupel, primer embajador nazi en la España franquista, llegó al Colegio Irlandés en Salamanca para inspeccionar su idoneidad como sede de la embajada alemana, como recuerda Tim Fanning. Desde el 1 de octubre de 1936, con Franco proclamado jefe del Estado se había instalado en Salamanca, en el Palacio Episcopal, el A la puerta de Fonseca llegaban los periódicos alemanes para la Legión Cóndor. Cuartel General del Generalísimo, donde siguió hasta el final de la guerra, aunque en octubre de 1937 Francó fijó su residencia en Burgos. Con Franco en Salamanca, escribe Fanning, llegaron a la ciudad, donde el alojamiento era escaso, diplomáticos, soldados, espías y periodistas, por lo que los ojos se volvieron hacia el Colegio Irlandés establecido en Fonseca. Los primeros funcionarios alemanes se mudaron al Colegio Fonseca el 19 de julio de 1937, "un año después del golpe de estado militar contra el gobierno republicano elegido democráticamente", prosigue Tim Fanning. Mientras mantenía relaciones cordiales con sus huéspedes alemanes, el padre McCabe estaba angustiado porque el Colegio estaba siendo utilizada para las funciones y ceremonias nazis. En noviembre de 1937, la embajada organizó lo que McCabe describió como "un concierto necrológico" para honrar la memoria de los nazis que habían muerto en el Putsch de Múnich de 1923. En enero de 1938, se celebró otro concierto por el quinto aniversario de la llegada de Hitler al poder. Los periódicos alemanes llegaban en pesadas cajas de madera a las puertas del Colegio Irlandés para su distribución a los aviadores y técnicos de la Legión Cóndor que apoyaban a Franco. Más preocupante para McCabe fue el establecimiento del departamento de prensa y propaganda nazi en la galería superior del Colegio Fonseca (y que sus conversaciones fueran vigiladas). Allí había retratos de Franco y Hitler. También estaba el teletipo al que llegaban los mensajes y noticias de Berlín. Con el fin de la Guerra Civil, McCabe pensó en reabrir el Colegio a los clérigos irlandeses, pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial arruinó sus planes.
Número de Páginas: 
1
Tipo de Impresión: 
Blanco y Negro
Archivo PDF: 
prensa/noticias/201909/00244E31.pdf
Identificador Tema: 
93 644
Tema: 
UNIVERSIDAD DE SALAMANCA