Estudiantes sobre el suelo y junto a ellos, a la izquierda de la foto, una garrafa con un embudo. Vuelven las novatadas a los alrededores del Campus Un grupo de más de cien estudiantes recorrió ayer por la tarde la zona de Derecho, Huerta Otea y el puente de la Universidad R.D.L. | SALAMANCA L AS advertencias del rec tor parece que no han calado entre el alumnado. "Tenemos que ser un poco más rigurosos y reaccionar ante los casos que hemos detectado", reconocía el pasado martes el rector Ricardo Rivero respecto a las novatadas en la Feria de Bienvenida, que puso como ejemplo del acto cordial, sano y optimista con el que deben ser recibidos los nuevos alumnos. Ayer, un día después de sus palabras, los estudiantes volvieron a salir a la calle para hacer de las suyas. No eran ni las seis de la tarde cuando un grupo de unos cien estudiantes comenzó a dar voces en la trasera de la Facultad de Derecho. Eran los veteranos mandando a los novatos que siguieran sus órdenes. Huevos, vinagre y pintura fueron algunos de los ingredientes utilizados por los veteranos para embadurnar a los nuevos alumnos. Y por mucho que esté prohibido, no faltó el alcohol. Los estudiantes estaban provistos de latas de cerveza, pero también grandes garrafas con embudos, así que todo apunta a que en las novatadas los veteranos obligaron a los nuevos a ingerir alcohol, aunque este periódico no fue testigo de que sucediera. De la trasera de la Facultad de Derecho, las novatadas se trasladaron al puente de la Universidad y también a Huerta Otea. Y para finalizar, acabaron junto a una fuente para tratar de quitarse, al menos en parte, la masa en la que se había convertido la mezcla del huevo con Los veteranos derramando vinagre sobre los nuevos alumnos. Los estudiantes agarrados de las manos. otros líquidos con los que fueron cubiertos. Hace ya más de una semana que comenzaron las clases en la Universidad de Salamanca, esta semana lo han hecho los estu diantes de la Universidad Pontificia, pero las novatadas parece que no terminan y que la polémica surgida en Madrid, con expulsión incluida, no intimida a los alumnos.