LA LONGEVIDAD COMO PILAR PARA EL DESARROLLO DE ZAMORA

LA LONGEVIDAD COMO PILAR PARA EL DESARROLLO DE ZAMORA

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La longevidad como pilar para el desarrollo de Zamora Los demógrafos más pesimistas apuntan, alarmados, a las catastróficas consecuencias que tendrá para la economía el envejecimiento de la sociedad. La nueva gerontocracia, que acapara ya gran parte del poder de decisión y en Zamora lo demuestra el último censo electoral: el 40% de los votantes zamoranos de podrán acudir a las urnas el próximo 10 de noviembre ha rebasado los 60 años de edad. Desde la convocatoria de abril, la provincia ha perdido casi otros mil electores entre emigración y defunciones. En el lado contrario, hay quien encuentra en ese fenómeno considerado prácticamente irreversible, una base sobre la que asentar un futuro alejado de los más pésimos augurios. En este punto debe situarse el anunciado proyecto que lideran el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Salamanca, al amparo de la Unión Europea, que pretende que Zamora sea el banco de pruebas del continente para mejorar la vida de los mayores. Como objetivo, a través de la investigación y de la innovación, poner en marcha iniciativas específicas que conviertan el envejecimiento en fuente de oportunidades. Básicamente se trata de darle la vuelta a todo lo que ahora se concibe como negativo y desmitificar a los mayores como carga social para basar en la longevidad una nueva forma de vida y, por tanto, crear en ese entorno nichos de empleo que generen riqueza. De hecho, la franja de edad próxima o ya en la jubilación son ya el objetivo prioritario de campañas publicitarias que busca a las nuevas generaciones de pensionistas, con mayor poder adquisitivo y un concepto de calidad de vida superior. Y es que Zamora reúne todas las condiciones para convertirse en ese banco de pruebas. Los informes más recientes realizados por la Ad ministración regional señalaban la alta capacidad de independencia de los mayores zamoranos, así como su alto compromiso social y participativo. Por asombroso que parezca, esos índices superaban a los de países como Alemania, Francia, Bélgica, Austria, Italia, Suecia, Dinamarca o Finlandia. La zamorana es también la población más envejecida de la Unión Europea, con un 30% de mayores de 60 años y, dentro de ese mismo colectivo, un 40% con 80 o más años a sus espaldas. Gran parte de ese conjunto se asienta en el mundo rural, donde la estructura social facilita el mantenimiento de las redes afectivas y de relaciones emocionales que resultan igual de trascedentes para las personas como lo puedan ser la atención en servicios básicos como sanidad o movilidad. Lo que se viene a apuntar en ese proyecto conjunto de la Universidad de Salamanca con el CSIC, la Universidad del Algarve portugués y la Dirección General de Salud lusa, es que los cambios que están a la vuelta de la esquina tendrán también un fuerte componente social que condicionará, incluso, las estructuras de los pueblos y ciudades a medio y largo plazo. Muchos de los conceptos que se vienen manejando están ya en pleno cambio. De la misma forma en que se ha ido retrasando la independencia de los jóvenes también se ha hecho con la edad de las jubilaciones. La generación del babyboom de los años 60 y 70 del pasado siglo pondrá más a prueba que nunca el sistema de pensiones, ya al borde del colapso. Las políticas de natalidad no se muestran eficaces: los nacimientos siguen en caída libre y la inmigración se ha convertido en fuente de conflicto en lugar de mostrarse como aliada para combatir un envejecimiento imparable. Editorial Si la Unión Europea pone en esta provincia sus ojos, también significa que ve reflejada en la atribulada sociedad zamorana lo que aguarda a todo un continente dentro de un espacio relativamente corto en el tiempo La solución de urgencia debe buscarse en esa longevidad que es ahora motivo de preocupación. Lo es ya, incluso, en el campo de las investigaciones médicas donde se registran ya tratamientos capaces de invertir, de momento, moderadamente, los efectos del tiempo en las células del cuerpo humano. Evidentemente, no todos los mayores atenderán a ese arquetipo que busca la juventud eterna no solo en el aspecto físico, sino en el intelectual, y persiste el problema de la capacidad adquisitiva que, en el caso de los pensionistas zamoranos, se encuentra muy por debajo de la media nacional. Pero la senectud que se avecina será muy diferente a la que hemos conocido tradicionalmente porque se trata de generaciones adaptadas a los vertiginosos cambios del último siglo, con expectativas en nada comparables a los descendientes de la posguerra. Se harán necesarios nuevos espacios de ocio, voluntariado y experiencias de convivencia alejadas del concepto tradicional de residencia de mayores se irán abriendo camino. Y con ellos pueden crearse nuevos tipos de empleo que, a su vez, atraigan a los más jóvenes. Desgraciadamente, la ciencia no parece avanzar lo suficiente como para hacer frente con solvencia a las graves enfermedades degenerativas que afectan a la movilidad o a la capacidad mental de las personas mayores. Pero requerirán cuidados, especialistas que traten e investiguen, residencias capaces de adaptarse a las necesidades de cada colectivo. Que Zamora sea elegida para poner en marcha todo un proyecto de investigación de calado, como parece ser el presentado esta semana en el Ayuntamiento de la capital, alimenta la esperanza de no caer en el olvido. Si la Unión Europea pone en esta provincia sus ojos, también significa que ve reflejada en la atribulada sociedad zamorana lo que aguarda a todo un continente dentro de un espacio relativamente corto en el tiempo. Sin que nada de eso pueda sustituir a otros motores de crecimiento que contribuyan al sostenimiento de una sociedad dinámica, independientemente de su edad, capaz de evolucionar y en la que, los sonidos infantiles sigan tan presentes como la experiencia que puede aportar un colectivo al que todos perteneceremos, algún día.

Posición: 
16
Medio: 
OPIZA
Procedencia: 
CASTILLA-LEON
Número de Lectores: 
47 000
Tirada: 
4 854
Difusión: 
3 924
Sector: 
INFORMACION GENERAL
Periodicidad: 
Diaria
Clasificación: 
Información General
Identificador Noticia: 
128 122 807.00
Titular: 
LA LONGEVIDAD COMO PILAR PARA EL DESARROLLO DE ZAMORA
Fecha: 
Domingo, 29 Septiembre, 2019
Superficie: 
478.00
Página: 
29
Fotografía: 
1
Texto libre: 
La longevidad como pilar para el desarrollo de Zamora Los demógrafos más pesimistas apuntan, alarmados, a las catastróficas consecuencias que tendrá para la economía el envejecimiento de la sociedad. La nueva gerontocracia, que acapara ya gran parte del poder de decisión y en Zamora lo demuestra el último censo electoral: el 40% de los votantes zamoranos de podrán acudir a las urnas el próximo 10 de noviembre ha rebasado los 60 años de edad. Desde la convocatoria de abril, la provincia ha perdido casi otros mil electores entre emigración y defunciones. En el lado contrario, hay quien encuentra en ese fenómeno considerado prácticamente irreversible, una base sobre la que asentar un futuro alejado de los más pésimos augurios. En este punto debe situarse el anunciado proyecto que lideran el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Salamanca, al amparo de la Unión Europea, que pretende que Zamora sea el banco de pruebas del continente para mejorar la vida de los mayores. Como objetivo, a través de la investigación y de la innovación, poner en marcha iniciativas específicas que conviertan el envejecimiento en fuente de oportunidades. Básicamente se trata de darle la vuelta a todo lo que ahora se concibe como negativo y desmitificar a los mayores como carga social para basar en la longevidad una nueva forma de vida y, por tanto, crear en ese entorno nichos de empleo que generen riqueza. De hecho, la franja de edad próxima o ya en la jubilación son ya el objetivo prioritario de campañas publicitarias que busca a las nuevas generaciones de pensionistas, con mayor poder adquisitivo y un concepto de calidad de vida superior. Y es que Zamora reúne todas las condiciones para convertirse en ese banco de pruebas. Los informes más recientes realizados por la Ad ministración regional señalaban la alta capacidad de independencia de los mayores zamoranos, así como su alto compromiso social y participativo. Por asombroso que parezca, esos índices superaban a los de países como Alemania, Francia, Bélgica, Austria, Italia, Suecia, Dinamarca o Finlandia. La zamorana es también la población más envejecida de la Unión Europea, con un 30% de mayores de 60 años y, dentro de ese mismo colectivo, un 40% con 80 o más años a sus espaldas. Gran parte de ese conjunto se asienta en el mundo rural, donde la estructura social facilita el mantenimiento de las redes afectivas y de relaciones emocionales que resultan igual de trascedentes para las personas como lo puedan ser la atención en servicios básicos como sanidad o movilidad. Lo que se viene a apuntar en ese proyecto conjunto de la Universidad de Salamanca con el CSIC, la Universidad del Algarve portugués y la Dirección General de Salud lusa, es que los cambios que están a la vuelta de la esquina tendrán también un fuerte componente social que condicionará, incluso, las estructuras de los pueblos y ciudades a medio y largo plazo. Muchos de los conceptos que se vienen manejando están ya en pleno cambio. De la misma forma en que se ha ido retrasando la independencia de los jóvenes también se ha hecho con la edad de las jubilaciones. La generación del babyboom de los años 60 y 70 del pasado siglo pondrá más a prueba que nunca el sistema de pensiones, ya al borde del colapso. Las políticas de natalidad no se muestran eficaces: los nacimientos siguen en caída libre y la inmigración se ha convertido en fuente de conflicto en lugar de mostrarse como aliada para combatir un envejecimiento imparable. Editorial Si la Unión Europea pone en esta provincia sus ojos, también significa que ve reflejada en la atribulada sociedad zamorana lo que aguarda a todo un continente dentro de un espacio relativamente corto en el tiempo La solución de urgencia debe buscarse en esa longevidad que es ahora motivo de preocupación. Lo es ya, incluso, en el campo de las investigaciones médicas donde se registran ya tratamientos capaces de invertir, de momento, moderadamente, los efectos del tiempo en las células del cuerpo humano. Evidentemente, no todos los mayores atenderán a ese arquetipo que busca la juventud eterna no solo en el aspecto físico, sino en el intelectual, y persiste el problema de la capacidad adquisitiva que, en el caso de los pensionistas zamoranos, se encuentra muy por debajo de la media nacional. Pero la senectud que se avecina será muy diferente a la que hemos conocido tradicionalmente porque se trata de generaciones adaptadas a los vertiginosos cambios del último siglo, con expectativas en nada comparables a los descendientes de la posguerra. Se harán necesarios nuevos espacios de ocio, voluntariado y experiencias de convivencia alejadas del concepto tradicional de residencia de mayores se irán abriendo camino. Y con ellos pueden crearse nuevos tipos de empleo que, a su vez, atraigan a los más jóvenes. Desgraciadamente, la ciencia no parece avanzar lo suficiente como para hacer frente con solvencia a las graves enfermedades degenerativas que afectan a la movilidad o a la capacidad mental de las personas mayores. Pero requerirán cuidados, especialistas que traten e investiguen, residencias capaces de adaptarse a las necesidades de cada colectivo. Que Zamora sea elegida para poner en marcha todo un proyecto de investigación de calado, como parece ser el presentado esta semana en el Ayuntamiento de la capital, alimenta la esperanza de no caer en el olvido. Si la Unión Europea pone en esta provincia sus ojos, también significa que ve reflejada en la atribulada sociedad zamorana lo que aguarda a todo un continente dentro de un espacio relativamente corto en el tiempo. Sin que nada de eso pueda sustituir a otros motores de crecimiento que contribuyan al sostenimiento de una sociedad dinámica, independientemente de su edad, capaz de evolucionar y en la que, los sonidos infantiles sigan tan presentes como la experiencia que puede aportar un colectivo al que todos perteneceremos, algún día.
Número de Páginas: 
1
Tipo de Impresión: 
Blanco y Negro
Archivo PDF: 
prensa/noticias/201909/0024A46V.pdf
Identificador Tema: 
93 644
Tema: 
UNIVERSIDAD DE SALAMANCA