de un dibujo que hizo mi abuelo de Don Quijote crucificado en un árbol, que tiene en la parte de atrás un poema, y de las notas de un profesor de la Universidad de Salamanca sobre lo que pasó en la famosa ceremonia del paraninfo del 12 de octubre de 1936. Es el testimonio más fiable de lo que allí ocurrió», explicó a este periódico el nieto del homena jeado. «Este acto es un reconocimiento a mi abuelo, que ahora parece estar de moda después de 'Mientras dure la guerra', la película de Alejandro Amenábar, y 'La isla del viento' y 'Palabras para un fin del mundo', la película y el documental de Manuel Menchón», dice Miguel de Unamuno Adarraga, quien, entre risas, se define como «un vejestorio de 86 años». El nieto del escritor está contento del reconocimiento de que goza en la actualidad en su ciudad natal, «algo para lo que fue muy importante Iñaki Azkuna, que creó el Día de Unamuno y reivindicó su figura». El fallecido alcalde de Bilbao era un unamuniano militante. Los documentos depositados en el Cervantes proceden de la CasaMuseo Unamuno de Salamanca, que los eligió para su depósito en una caja que se abrirá el 12 de octubre de 2036, en el centenario del enfrentamiento entre el escritor y el general golpista Millán Astray. El dibujo -«afición que cultivó toda su vida desde niño en Bilbao», puntualizó Ana Chaguaceda, directora del museo salmantino- refleja la pasión del escritor por El Quijote, con Sancho llorando a los pies de su señor, crucificado, y Rocinante a un lado. Intelectual comprometido «Pocos intelectuales pueden identificarse tanto a lo largo de su vida con el gran protagonista cervantino, con Don Quijote», dijo Luis García Montero, director del Cervantes, para quien Unamuno «es un referente en todos los aspectos de la literatura española y la creación». «Pensar en el ensayo, en la novela, en la poesía y en el teatro es pensar en don Miguel de Unamuno», afirmó García Montero, quien destacó su face m' Unamuno ya está en la Caja de las Letras LUIS ALFONSO GÁMEZ Un dibujo del escritor y el testimonio más fiable de su choque con Millán Astray forman el legado del bilbaíno más universal BILBAO. Miguel de Unamuno y Jugo (1864-1936) ya tiene su sitio en la Caja de las Letras. Ochenta y cinco años después de su muerte, el bilbaíno más universal entró a las 19.30 horas de ayer en la cámara donde el Instituto Cervantes atesora los legados de las grandes personalidades de nuestra cultura. Miguel de Unamuno Adarraga, nieto del escritor y filósofo, metió en la caja número 1.695 el legado 'in memoriam' de quien el Cervantes considera «uno de los mayores intelectuales del siglo XX». «Se trata El legado Don Quijote crucificado y el testimonio de lo ocurrido en el paraninfo de la Universidad de Salamanca. CASA MUSEO UNAMUNO Homenaje Miguel de Unamuno Adarraga, durante su intervención en la Caja de las Letras. INSTITUTO CERVANTES El triste relato en el reverso de Don Quijote crucificado «Y la gallina, madre inquieta, en torno al tardo huevo se movía ansiosa, pobre pollito que nacer no logra! Dio al cascarón un picotazo entonces impaciente la madre, ensangrentada brotó una cabecita sobre un cuello como leve cordón, dos pobres ojos registraron el campo, se oyó un pío, saludo y despedida, sobre el cuello la cabecita se plegó, y la cuna fue sepultura». LA FRASE Luis García Montero Director del Instituto Cervantes «Pensar en el ensayo, en la novela, en la poesía y en el teatro es pensar en don Miguel de Unamuno» ta de «intelectual comprometido». «Unamuno es el primer intelectual moderno porque no sólo escribe, sino que también actúa. Sus escritos y reflexiones son sumamente actuales. Su pensamiento sigue hoy más vigente que nunca», dijo Chaguaceda. El Unamuno público se refleja en las notas que tomó Ignacio Serrano, catedrático de Derecho Civil, del acto que se celebró en el paraninfo el 12 de octubre de 1936. Documentan el enfrentamiento verbal entre Unamuno, rector de la Universidad de Salamanca, y Millán Astray, el fundador de la legión. Gracias a este testimonio, perdido durante 84 años, «se ha cerrado el debate sobre lo que ocurrió en el paraninfo el Día de la Raza», indicó ayer la directora de la institución salmantina. «Aquel día mi abuelo dejó claro su aborrecimiento al fascismo», subrayó Miguel de Unamuno Adarraga. «Vencer no es convencer; conquistar no es convertir. Y eso que algunos llaman sin ningún fundamento la anti-España es tan España como la otra. Y el mayor peligro es que la ramplonería iguale a los dos bandos. Para mí es tan español como nosotros el filipino Rizal, que se despidió del mundo en español», dijo Unamuno, según las notas de Ignacio Serrano. Parte del público se enfureció y Millán Astray replicó: «Los catalanistas morirán y ciertos profesores, los que pretendan enseñar teorías averiadas, morirán también. ¡Muera la intelectualidad traidora! ¡Viva la muerte! ¡Viva Franco! ¡Viva España!».