El rector y parte de su equipo con la treinta de profesores que acudió al acto de homenaje por su jubilación. | ALMEIDA "En mi departamento fui la primera mujer en plantilla", recordó Carmen Márquez, catedrática de Ingeniería Química do: "Es el punto final de algunas cosas, todo lo relacionado con docencia directa y cuestiones propias de la vida burocrática, pero la jubilación también supone un punto y seguido en la actividad de la vida intelectual para escribir, las relaciones con compañeros y con el exterior y las estancias en el extranjero. Todo eso, mientras haya lucidez mental y salud, continuará porque hay que hacer un aterrizaje suave". A lo largo de sus casi cincuenta años de carrera, José María Hernández compaginó la docencia con la gestión y la investigación, asumiendo la responsabilidad de un vicerrectorado. "Falta con ver vuestro vigor para comprobar que la Universidad es la fuente de la eterna juventud", comentó el rector, que les animó a disfrutar en esta nueva etapa de sus familias y amigos, pero también a seguir contribuyendo y aportando su conocimiento a la institución. "Después de una vida dedicada a la docencia y la investigación disfrutáis ahora de vuestro 'kairós', del momento de elegir lo que queréis hacer como dueños de vuestro tiempo", celebró Ricardo Rivero agradecido por décadas de servicio. Reconocimiento por décadas de docencia e investigación El Estudio homenajeó ayer a una treintena de profesores que se jubila este curso R.D.L. | SALAMANCA C ON emoción y nostalgia, pero también con satisfacción por el trabajo realizado durante muchos años de servicio en la Universidad de Salamanca, así recogieron ayer sus placas conmemorativas una treintena de profesores homenajeados por alcanzar este curso la edad de jubilación tras "décadas de compromiso con la institución", según destacó el rector Ricardo Rivero. La cifra de docentes e investigadores que se jubilan este curso asciende a medio centenar, pero no todos acudieron al reconocimiento institucional en el que el vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado, David Díez, les tendió la mano para seguir realizando su aportación. Fue en el año 1980 cuando Carmen Márquez Moreno entró en la Universidad de Salamanca como profesora ayudante de Ciencias Químicas, una pionera. "La verdad es que en mi generación había muchas diferencias entre hombres y mujeres. En mi departamento fui la primera mujer en plantilla y luego ya vinieron otras", recordaba ayer orgullosa de haber formado parte del equipo de docentes que implantó la Ingeniería Química en el Estudio charro. Sobre la situación actual, Carmen Márquez lo tiene claro: "Poco a poco, va aumentando la representación de la mujer en la universidad, pero como en todas las profesiones aún sigue habiendo muchos más hombres en los altos cargos que mujeres". Desde febrero está jubilado Juan Manuel Lara, catedrático de Biología. "Estoy adaptándome a la nueva situación, sigo en contacto con los compañeros, pero de otra manera, aunque tampoco tengo interés en desvincularme completamente", reconocía y comentaba con humor: "Otros jubilados van a las obras y nosotros vamos al laboratorio a decir cómo lo haríamos". Todavía tiene algunos meses por delante antes de dejar la docencia, José María Hernández, catedrático de la Facultad de Educación, pero está mentaliza