Comienza la formación sobre protección industrial e intelectual de los participantes en la tercera convocatoria de esta iniciativa
JPA/DICYT El Programa de Prototipos Orientados al Mercado de la Fundación General de la Universidad de Salamanca ha dado como fruto en las dos ediciones celebradas hasta ahora una patente, 12 registros de la propiedad intelectual y la creación de una empresa. Esta iniciativa trata de fomentar el desarrollo de proyectos tecnológicos de alumnos apoyados por investigadores de la Universidad de Salamanca y, con la idea de que la tercera edición siga por el mismo camino de éxito, ha comenzado hoy un curso destinado a formar en propiedad industrial e intelectual a los participantes.
En la primera edición, había cinco proyectos becados y cuatro de ellos están protegidos mediante un registro de la propiedad intelectual. Además, uno de ellos ha derivado en una empresa y tres están licenciados para empresas. En la segunda edición, correspondiente al curso 2010-2011, las becas ascendieron a 15 y los resultados son aún más prometedores, porque uno de los proyectos está protegido mediante patente (el proyecto de Francisco Devesa titulado 'Diseño y construcción de un reactor y una planta piloto para la simulación en laboratorio del proceso de compostaje industrial') y otros ocho están en proceso de registro de la propiedad intelectual, según los datos ofrecidos a DiCYT por Miguel Ángel Salinero, técnico de la Fundación General de la Universidad de Salamanca.
Por su parte, Jorge García Domínguez, abogado experto en propiedad industrial e intelectual que imparte durante hoy y mañana el curso a alumnos y profesores participantes en el programa de prototipos, así como a emprendedores del previvero de empresas de la Universidad de Salamanca, ha explicado que la patente es la principal figura de protección en el ámbito de la investigación y la innovación, aunque existen otras que protegen cuestiones relacionadas con los activos intangibles, como las marcas, los diseños industriales o el secreto industrial.
Sin embargo, muchos de los proyectos de investigación que surgen en el ámbito universitario y tienen que ver con la Informática no pueden ser patentados porque "los productos informáticos o software no se pueden patentar salvo que formen parte de una invención más amplia que sí se patente, lo que se conoce en España como invenciones implementadas en ordenador". Por eso, lo habitual en los proyectos informáticos es una protección específica dentro del registro de la propiedad intelectual.
En cualquier caso, "es importante tener conocimientos básicos" sobre protección de la propiedad intelectual para detectar las oportunidades y proteger adecuadamente el producto de una investigación o de una innovación, como será el caso de los 12 proyectos que se desarrollarán esta edición en el marco del programa universitario de prototipos, que se enmarca dentro del Proyecto de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa (T-CUE) de la Universidad de Salamanca.
Los investigadores cuentan con el apoyo de la Oficina de Transferencia del Conocimiento (OTRI) para de decidir cuál es la mejor opción de protección y, de hecho, "cada vez hay más patentes derivadas de la Universidad", comenta Jorge García Domínguez hablando de España en general, aunque "sigue siendo uno de los países europeos donde el desarrollo de la propiedad industrial en el ámbito público y privado es más escaso".
La protección de la propiedad industrial es clave para generar riqueza dentro del entorno universitario, pero aún hace falta un cambio en la cultura de la Universidad española. "Los desarrollos intelectuales tienen que acabar como bienes y servicios en el mercado. Eso se hace con empresas dispuestas a comprar la iniciativa registrada como propiedad intelectual generada por los investigadores de la Universidad y a transformarla en bienes y servicios. Para que esto sea rentable hay que aplicar una buena protección de los activos intangibles, pero el problema es contar con los medios humanos y técnicos necesarios para realizar esa transferencia", comenta el experto.