Dos modelos explican la propagación de la meningitis en países desarrollados y subdesarrollados

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14/01/2013
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Agencia de Noticias DiCYT
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La Universidad de Salamanca predice el comportamiento de un brote de la enfermedad gracias a los datos reales acumulados en casos previos

José Pichel Andrés/DICYT La Universidad de Salamanca ha desarrollado dos modelos matemáticos que permiten simular la propagación de un brote de meningitis meningocócica. Uno de ellos está adaptado a las características y a los datos disponibles en los países desarrollados y el otro, a los países subdesarrollados. Este avance sienta las bases de futuras aplicaciones informáticas que serían de utilidad para que los gestores sanitarios se adelanten a la evolución de la enfermedad cuando se produce un brote.

La meningitis meningocócica es una infección causada por la bacteria 'Neisseria meningitidis' o meningococo, que afecta a las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, ataca principalmente a niños y suele presentar pocos casos, pero muy graves. Ante su importancia, expertos de Microbiología y Matemáticas de la institución académica salmantina trabajan juntos desde hace tiempo en la búsqueda de modelos fiables sobre su propagación.

Aunque habitualmente sólo hay casos esporádicos, "en los peores puede producir la muerte o dejar secuelas, de manera que causa un gran impacto social y alarma entre los padres de los niños que han convivido con el afectado”, explica a DiCYT María José Fresnadillo, investigadora del Departamento de Medicina Preventiva, Salud Pública y Microbiología Médica de la Universidad de Salamanca.

La línea de investigación que inició este departamento en colaboración con Ángel María Martín del Rey, profesor del Departamento de Matemática Aplicada, ha dado finalmente como resultados dos modelos diferenciados en función del grado de desarrollo socioeconómico de los países. El motivo de esta distinción es que las condiciones de propagación de las enfermedades dependen mucho del contexto en el que aparecen. “Son modelos distintos porque se basan en herramientas matemáticas diferentes. En los países desarrollados la atención sanitaria la atención es rápida, el control es eficiente y se toman decisiones con cierta celeridad”, señala el experto, cosa que no ocurre en los países que generalmente se conocen como subdesarrollados.

El modelo para países avanzados, que se ha basado en información de casos reales ocurridos en Salamanca, “es matemáticamente mucho más complejo, porque tiene en cuenta múltiples factores, ya que hay disponibles muchos más datos”. Esta precisión permite obtener predicciones relativamente individualizadas cuando se sabe con qué individuos ha estado en contacto un niño que ha sido diagnosticado y en qué circunstancias.

Datos de la OMS

Sin embargo, “al mismo tiempo hemos desarrollado otro modelo que está especialmente focalizado para países donde la atención sanitaria es bastante deficiente”, pensando en continentes como África, donde periódicamente se producen brotes de meningitis, la incidencia es mucho mayor y el número de muertes registradas es elevado. En este segundo caso, las tendencias que se obtienen en el modelo son más globales y menos individualizadas, logrando una curva de evolución del conjunto de los pacientes. Se trata de obtener una aproximación general de propagación de la enfermedad basada en los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Una de las principales conclusiones es que el modelo matemático corrobora los resultaos empíricos que se obtienen desde el punto de vista médico. Se hace un análisis estadístico y se obtiene una serie de suposiciones, por ejemplo, acerca del papel de los portadores de la enfermedad, aunque no la desarrollen”, indican los investigadores. Por ejemplo, “se calcula que entre el 10 y el 20% de la población en algún momento determinado puede tener su faringe colonizada por la bacteria que es responsable de la meningitis y esta población influye de forma importante en la propagación de la enfermedad”, asegura Fresnadillo. Conocer y gestionar este tipo de información llevaría a un control más fiable de la patología.

Con los modelos generales, “sabemos que un porcentaje determinado de la población puede verse afectada”, mientras que los modelos más individualizados de los países avanzados se acercan bastante más al detalle de cómo podría verse afectado a cada uno de los individuos, a pesar de que en última instancia esto depende de “factores intrínsecos y genéticos”, de forma que no se puede especificar de manera exacta. En cualquier caso, cuando el brote de meningitis se produce dentro de un grupo de población relativamente acotado, como un cuartel militar o una guardería, el modelo matemático es muy fiable.

Predicciones individuales

Avanzar aún más en este campo pasaría, precisamente, por las predicciones individuales, aplicando las matemáticas al sistema inmunológico, pero no es fácil, porque “ni siquiera desde el punto de vista médico están claros los mecanismos de la meningitis”. Hay enfermedades de base que propician su aparición y factores aumentan esta probabilidad, como el tabaquismo (la bacteria penetra mejor en la faringe deteriorada de los fumadores), pero se está muy lejos de convertir estos datos en una fórmula porque hay otras variables desconocidas.

Hasta el momento, el desarrollo del modelo se ha llevado a cabo con un software matemático, pero aún no se ha traducido en un programa informático específico. “El objetivo futuro es dotar al sector sanitario de una herramienta que le permita tomar decisiones”, indica Ángel Martín del Rey. Sin embargo, antes de dar ese paso el modelo debe ser validado con muchos más datos reales.