Oriente y Occidente, unidos por el nexo cultural entre Japón y la Universidad de Salamanca

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El embajador de Japón, Masashi Mizukami, condecora al rector de la Universidad de Salamanca, Daniel Hernández Ruipérez, con la medalla de la Orden del Sol Naciente de Japón
19/10/2016
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Comunicación Universidad de Salamanca
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Hace 272 años el Maestro Pedro Echevarría fue el encargado de hacer realidad el Órgano del Evangelio de la Catedral Nueva de Salamanca. Hace algunos menos, otro maestro se fijó en el órgano de Echevarría debido a su belleza, pero también a su estado de conservación. Decidido a hacer algo buscó ayuda y, finalmente en 1993 consiguió volver a hacerlo sonar. La peculiaridad está en que este maestro es de origen japonés. Hiroshi Tsuji, el maestro, encontró esa ayuda en los Príncipes Herederos de Japón, que ya habían estado en Salamanca en 1985.

Como contraparte a la restauración surgió una “Salamanca en miniatura” en Gifu, ciudad originaria de Tsuji. El órgano, junto con la Fachada Rica de la Universidad y el pórtico de la Natividad de la Catedral Nueva se encuentran replicados en el “Salamanca Hall” de esta localidad. En sillarejo de Villamayor, por supuesto.

Otra vez de vuelta a la Salamanca original y genuina, los príncipes, hoy en día emperadores, regresan en octubre de 1994 a la ciudad para escuchar personalmente el órgano que habían ayudado a restaurar. Y así es como podría decirse que un instrumento de viento dio comienzo a las estrechas relaciones que la Universidad de Salamanca mantiene en la actualidad con Japón.

Si no fuera porque, anteriormente a esta fecha, la Universidad de Salamanca ya era un referente en el aprendizaje del español para empresarios y diplomáticos nipones, al igual que sucede hoy en día con los cerca de 400 estudiantes japoneses que recibe Cursos Internacionales anualmente. Pero no se puede negar que fue a partir de la década de los 80 y especialmente en los 90 cuando los lazos entre el Estudio salmantino y Japón se acentuaron. Cinco años después de la visita, en 1999, la colaboración con la Asociación Universidad de Salamanca en Japón (creada en 1998), la Casa Imperial de Japón, la Embajada de Japón en España y múltiples empresas e instituciones japonesas hicieron posible la creación del Centro Cultural Hispano Japonés en el palacio de Arias Corvelle.

El Centro Cultural Hispano Japonés

Fue un hispanista japonés enamorado de Salamanca el que impulsó de manera definitiva la creación de este centro. Eikichi Hayashiya, por aquel entonces embajador de Japón en España, se encontró con la necesidad de “concretar algo en España” desde una óptica cultural, pero sin dejar de lados disciplinas científicas y económicas. Así, gracias al destacable interés de Hayashiya y al aval de la Casa Imperial de Japón, se creó esta casa con la mirada puesta en difundir la cultura japonesa, fomentar el conocimiento de “lo cotidiano” y “lo lúdico”, los usos y costumbres y promover el aprendizaje de la lengua japonesa entre los habitantes de la capital charra.

Como reconocimiento al interés demostrado por estas dos instituciones, en la actualidad las dos salas más emblemáticas del Centro rinden tributo al embajador y la emperatriz. Por una parte, el visitante se encontrará con la sala de exposiciones “S.M. La Emperatriz Michiko”, la única sala de estas características autorizada por la Casa Imperial del Japón para utilizar dicho nombre, y por otro la Biblioteca “Embajador Eikichi Hayashiya de Estudios Japoneses”. Embajador que, por cierto, fue investido como doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca en 2010.

Eikichi Hayashiya en el momento de ser investido como doctor honoris causa

La Biblioteca merece una mención aparte, puesto que sus más de 6.000 volúmenes la convierten en la más importante del Viejo Continente en japonés. Además, no solo ofrece literatura tradicional o científica, sino que a expensas de los embajadores también se ha incluido literatura popular y manga, debido a que esta es “la principal puerta de entrada en la cultura japonesa para los occidentales”, como asevera José Abel Flores, director del Centro Cultural Hispano Japonés. Como novedad, la biblioteca ha sido incluida recientemente en el sistema bibliotecario de la Universidad de Salamanca, por lo que todas sus publicaciones pueden ser solicitadas para préstamos desde cualquier punto de la Unión Europea. Una fortaleza que sin lugar a dudas acentuará aún más la labor y el prestigio del Centro fuera de las fronteras nacionales.

La Biblioteca merece una mención aparte, puesto que sus más de 6.000 volúmenes la convierten en la más importante del Viejo Continente en japonés

En cuanto a las actividades que se desarrollan de manera regular, durante el curso académico se pueden disfrutar de múltiples talleres de creación manual, impartidos por profesores acreditados, mediante técnicas como el origami, el kirigami o el temari. También están disponibles los cursos de japonés, impartidos en colaboración con Cursos Internacionales en sus distintos niveles lingüísticos, los ciclos de cine, exposiciones de toda índole y la Semana Cultural del Japón. Esta última, la actividad de más éxito del Centro, acerca su labor a toda la ciudad mediante conciertos de grupos japoneses reconocidos, talleres de juegos infantiles impartidos por estudiantes de la Universidad de Nanzan y charlas sobre las experiencias de los becarios de la Universidad de Salamanca en Japón que ya regresaron, entre otras muchas actividades. Como novedad, no dentro de mucho tiempo se celebrará la primera edición del certamen “Haikugráfica”, que llamará a los artistas a crear haikus, poemas tradicionales japoneses, integrados en una obra artística de disciplina libre.

Un Centro en continua expansión

Un síntoma de la inefable labor del CCHJ para la difusión cultural son sus cifras. Desde la apertura del Palacio de Corvelle han pasado por sus aulas 1.800 alumnos de japonés y tan sólo en el último curso engrosaron las listas 109 estudiantes, 100 asistentes a los cursos extraordinarios, 92 matriculados en los talleres y más de 1.000 asistentes a las diferentes actividades de la Semana Cultural.

En la actualidad han sido ya muchos los directores y los profesores que han hecho del CCHJ un espacio emblemático del estudio de la cultura japonesa a lo largo de sus casi 18 años de historia. Con un punto de partida tan interesante, ahora es el momento de mirar al futuro gracias a los dos puntos principales que definen su línea estratégica. Por un lado, se pretende desarrollar y continuar las sinergias creadas con las distintas facultades y centros de la Universidad, para así hacer a la comunidad universitaria partícipe de esta institución cultural. Esto se da en la actualidad gracias a iniciativas como el ya mencionado concurso “Haikugráfica”, las ponencias organizadas por el centro y la Asociación Universidad de Salamanca en Japón en colaboración con la Facultad de Ciencias Sociales y el Máster en Estudios de Asia Oriental, las exposiciones artísticas de inspiración japonesa realizadas por estudiantes y profesores del Estudio y el apoyo técnico y logístico del CCHJ a investigadores y al Vicerrectorado de Internacionalización, muy implicado con Japón, para la firma y el establecimiento de convenios de base científica y tecnológica. Sin olvidar a los profesores de las facultades de Filología y Traducción y Documentación, que en muchos casos desarrollan su labor a caballo entre las aulas de Anaya y las del Centro.

Y, por otro lado, se busca dotar al Centro del reconocimiento tan merecido entre la sociedad salmantina en general. En este sentido juega un papel decisivo la Semana Cultural, que dota de una visibilidad especial al centro durante esos días del mes de marzo. En el año 2012, durante la inauguración de la Semana, tuvo lugar una entrañable historia. En ese momento, un año después de la tragedia nuclear de Fukushima, la asociación “Sakura de Gifu” (sí, la misma ciudad que tiene una sala de congresos dedicada a la capital charra) plantó la Vaguada con 30 “sakuras” o cerezos japoneses en agradecimiento al apoyo recibido por parte de los salmantinos durante el desastre. Un bonito gesto que sirve tanto para ilustrar la importancia de este Centro y de la ciudad en general para el país del Sol Naciente, como para demostrar el impacto de esta iniciativa en Salamanca.

El director del Centro Cultural Hispano Japonés, José Abel Flores

La Asociación Universidad de Salamanca en Japón

Sin embargo, sería injusto hablar del CCHJ sin tener en cuenta a la Asociación Universidad de Salamanca en Japón. Ésta casa, con sede en el turístico y luminoso distrito tokiota de Ginza, aúna a personalidades españolas o vinculadas con la Universidad de Salamanca que realizan su labor en Japón. En palabras de Flores, la Asociación “es el nexo directo y diario con Japón, facilita la comunicación y organización” con el país nipón y por último se integra en las estructuras del mismo Centro Cultural Hispano Japonés, “con figuras procedentes de la Asociación como el gestor cultural”.

Y no hay que olvidar la financiación de la Asociación, basada en el mecenazgo de instituciones, socios personales e importantes empresarios japoneses. Esto crea un escenario muy favorecedor para las relaciones entre Japón y la Universidad de Salamanca, puesto que mediante el apoyo económico se crea un primer vínculo que podrá ser estrechado en el futuro.

Japón y la Universidad de Salamanca: hermandad interinstitucional

Más allá de la inefable labor de difusión cultural y del conocimiento del Centro Cultural Hispano Japonés y la Asociación Universidad de Salamanca en Japón, la presencia del país nipón en el Estudio se revela como una de las claves para entender la importancia de este país para una institución académica que alcanzará los ocho siglos de historia el próximo año 2018.

Las visitas de las autoridades niponas a la Universidad de Salamanca en los últimos años son un signo de esta hermandad interinstitucional. Desde las numerosas recepciones e inauguraciones compartidas con los distintos embajadores de Japón en España o los viajes institucionales de la Universidad de Salamanca al Palacio Imperial del Japón y a distintas universidades del país, hasta la visita en 2013 del Príncipe Heredero de Japón, Naruhito. En la que, como ocurrió 9 años antes, volvió a sonar el órgano que sus padres Akihito y Michiko ayudaron a restaurar.

El Príncipe Heredero de Japón, Naruhito, durante su visita a la Universidad de Salamanca

Asimismo, los convenios mantenidos con alrededor de 25 universidades japonesas favorecen la movilidad de estudiantes, profesores e investigadores y el desarrollo de proyectos conjuntos que sin lugar a dudas favorecen la producción del conocimiento tanto en España como en el país asiático. Sin olvidar el reconocimiento que Japón ha demostrado a la Universidad mediante la concesión de tres medallas de la Orden del Sol Naciente (Kyokujitsu shō) a uno de los impulsores del CCHJ, el exrector Ignacio Berdugo en 2011, a su primer director, Antonio López Santos en 2013, y al rector, Daniel Hernández Ruipérez, que rubricó el título en la Embajada de Japón de Madrid este martes 18 de octubre en un acto en el que el nuevo embajador, Masashi Mizukami, otorgó esta distinción en nombre de S.M. El Emperador de Japón. Cabe destacar que una de las primeras visitas institucionales del embajador fue la realizada recientemente a la Universidad de Salamanca a finales del mes de septiembre.

“Kyokujitsu shō” fue creada en 1875 por Mutusuhito, el primer emperador de la Era Meiji, para condecorar los servicios especiales de carácter militar y civil prestados al país. En la actualidad es el segundo título más importante de Japón, detrás de la Orden del Crisantemo. Hasta 1981 sólo se entregaba a ciudadanos extranjeros en casos ejemplares como el de Thomas Blake Glover, uno de los responsables de la industrialización del país y fundador de la naviera que se acabaría convirtiendo en Mitsubishi.

Para Japón, Salamanca y su Universidad son un referente fundamental del aprendizaje del español

El antiguo director Antonio López, reconocido con el tercer grado de la Orden, “Rayos Dorados con Cinta Colgante”, y el rector Hernández Ruipérez y el exrector Ignacio Berdugo, distinguidos con el segundo grado de la distinción, “Estrella de Oro y Plata”, ven así premiada su labor por la difusión de la lengua y la cultura, la promoción del intercambio académico y el entendimiento mutuo entre Japón y España con una de las distinciones más importantes concedidas por la Casa Imperial japonesa.

La importancia de las relaciones entre Japón y la Universidad de Salamanca, por lo tanto, son indiscutibles. Salamanca es un referente fundamental del aprendizaje del español, recibe las más altas consideraciones de la Casa Imperial y posee una Asociación con fuerza y reconocimiento. Mientras, Japón aumenta su presencia en la ciudad y gracias al Centro Cultural Hispano Japonés cada vez despierta más curiosidades entre la comunidad universitaria y la sociedad en general, atrayendo a sus salones y espacios a todos los fascinados en poder viajar 11.000 kilómetros sin tener que salir de casa.