Un estudio mundial con participación de la Universidad de Salamanca concluye que no hay evidencias arqueológicas de que los neandertales crearan arte rupestre ibérico

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La profesora de Prehistoria Olivia Rivero es uno de los 46 firmantes que consideran insuficiente la datación de uranio-torio para afirmar que las pinturas de tres cuevas españolas se ejecutaron hace unos 65.000 años
“Es prematuro y científicamente injustificable emprender una revisión profunda de la historia de la humanidad y de la evolución de las expresiones gráficas simbólicas basadas sólo en una fecha”, asegura la investigadora
15/11/2019
Autores: 
Comunicación Universidad de Salamanca
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La profesora de Prehistoria de la Universidad de Salamanca Olivia Rivero es uno de los 46 firmantes, entre los que se encuentran los mayores expertos mundiales en Arte Paleolítico, de un artículo científico donde se concluye que no hay evidencias arqueológicas para afirmar que los neandertales crearan arte rupestre en la Península Ibérica.

En el estudio, “Still no archaeological evidence that Neanderthals created Iberian cave art”, que acaba de publicar la prestigiosa revista mundial en esta área Journal of Human Evolution, se demuestran los errores inherentes al sistema de datación Uranio-Thorio (U-Th) utilizado para afirmar que algunas pinturas de tres cuevas españolas son de hace al menos 65.000 años, más de 20.000 años antes de que los humanos modernos, los Homo sapiens, llegaran a la Península Ibérica.

Fue en febrero de 2018 cuando un artículo liderado por el físico D.L. Hoffmann, del Instituto Max Planck de Alemania, revolucionaba la concepción de la Historia de la Humanidad al establecer que un signo rectangular de la cueva de La Pasiega (Cantabria), una mano en negativo de Maltravieso (Cáceres) y trazos rojos sobre estalagmitas de Ardales tenían unos 65.000 años de antigüedad y, por lo tanto, debían ser atribuidas a los neandertales.

Desde entonces, especialistas de todo el mundo han puesto en entredicho esta teoría con la publicación de varias réplicas como la que ahora firma la profesora de la Universidad de Salamanca, junto a otros arqueólogos de reconocido prestigio, no sólo de España, como Roberto Ontañon, director del Museo de Prehistoria de Cantabria (Mupac), sino también desde toda Francia, Alemania o Nueva York, para exigir nuevas pruebas objetivas, ya que “el uranio torio como método de datación tiene unos problemas metodológicos bastante graves, señalados por los propios químicos y otros investigadores, no lo decimos sólo los arqueólogos”, apunta Olivia Rivero.

Problemas de datación Uranio-Thorio (U-Th)

El uranio con el paso del tiempo se va desintegrado y se convierte en torio. Para saber la edad de una muestra se mide la cantidad de cada uno de estos elementos químicos; pero debe tenerse en cuenta que el uranio es soluble en agua, y en un entorno en el que las paredes están lavadas constantemente por el agua, es probable que el uranio se pierda, exista una proporción muy alta de torio y, en consecuencia, haya una sobrestimación de la datación.

“Los resultados presentados por Hoffman y otros investigadores son especialmente preocupantes porque contradicen más de cien años de investigaciones del registro arqueológico de neandertales y humanos modernos; se necesitan más estudios si realmente quieren plantear un cambio de paradigma en la historia de la humanidad, porque hasta ahora sólo se ha demostrado ese comportamiento simbólico complejo del arte rupestre en el sapiens”, asegura la experta de la Universidad de Salamanca.

La aportación de la investigadora de la USAL se centró en analizar el signo rectangular de la cueva de La Pasiega, donde, como explica, “para evitar distracciones, dejamos de lado la cuestión de las capacidades simbólicas y cognitivas de los neandertales en favor de un examen minucioso de los hechos arqueológicos y geofísicos”.

Sólo una datación en La Pasiega

Como puede apreciarse en el gráfico adjunto del panel 78 de la cueva cántabra, hay pequeñas partículas de calcita blanca a lo largo de todo el panel visualmente iguales, todas ellas datadas por Hoffman en fechas muy recientes (2.160, 3.070 o 12.600 años) y sólo una que arroja una datación 64.860 años.

“De una gran cantidad de fechas ampliamente dispersas, solo se selecciona la más antigua para justificar la afirmación de un origen del Paleolítico pre-superior para la pintura rupestre y ni siquiera se considera la posibilidad de que esta fecha atípica pueda deberse a la lixiviación de uranio como resultado de las condiciones hidrológicas locales”, explica la doctora especialista en Arte Paleolítico, para concluir que, a falta de una explicación más profunda y científica sobre por qué una formación geológica es muchísimo más antigua que todas las que hay en la pared, “la afirmación de la autoría neandertal se anula, excluyendo el debate de si eran o no capaces de tal comportamiento”.

Sobre el estudio de las manos en negativo de la cueva cacereña de Maltravieso, datadas por Hoffman en al menos 66.700 años, más del triple de lo que se estimaba hasta el momento, la investigadora de la USAL recuerda que estas huellas están muy presentes en varias zonas de la Península Ibérica y Francia, con numerosas dataciones, contextos asociados perfectamente definidos y muy bien documentados cronológicamente que las sitúan en el Gravetiense de los Homo sapiens, en el Paleolítico Superior.

Banalizar el arte del Paleolítico

“Uno de los problemas añadidos del artículo de Hoffman es que banaliza el arte en el Paleolítico y estamos hablando de algo muy complejo a nivel estructural con un sistema cultural detrás importante, y que, por otro lado, se trata de bienes patrimonio de la humanidad que no se pueden estudiar a la ligera, sino con un método seguro al 100%”, explica la investigadora.

Con todo, se pueden extraer varias conclusiones. En primer lugar, como muchos estudios han demostrado, los resultados de U-Th son sensibles a la degradación de parte del uranio, lo que lleva a una sobreestimación de la edad. “Esta posibilidad debe evaluarse por todos los medios disponibles (hidrogeología, mineralogía) antes del muestreo”, asegura Olivia Rivero. Además, el conocimiento de esta importante fuente de error impone un protocolo mediante el cual los valores de U-Th obtenidos, para ser creíbles, deben ser verificados con otros métodos independientes, y siempre que sea posible con los resultados obtenidos en la misma muestra por otros laboratorios. Y, para asegurarse de que no haya pérdida de uranio, el orden estratigráfico de las submuestras debe establecerse mediante un procedimiento suficientemente refinado (es decir, microestratigrafía de capas <500 μm).

Así que “bajo ninguna circunstancia se deben aceptar edades mínimas de hasta 65–70 mil años para obras de arte parietal sobre la base de las fechas U-Th en calcita suprayacente. Estas fechas están en contradicción con abundantes datos arqueológicos, ahora datados rigurosamente por carbono 14”.

Contexto arqueológico

La experta en arte rupestre considera igualmente importante que el contexto arqueológico y el razonamiento formen parte del proceso. “Una lectura minuciosa de los paneles arqueológicos que se están fechando debería detener las afirmaciones, como la de La Pasiega, donde se aceptan dos lados opuestos de la misma forma geométrica que otorgan edades mínimas de 60.000 años, en ausencia de una explicación geológica de esta anomalía”. En cada caso, añade, “los estudios geomorfológicos y paleoclimáticos deben acompañar tales afirmaciones de gran antigüedad basadas en U-Th para dar cuenta del posible hiato de crecimiento de calcita y la aparente discrepancia en las edades de concreciones localizadas”.

Para concluir, la profesora de la USAL asegura que “el arte depende íntimamente del contexto sociocultural en el que se produce y hasta ahora no tenemos pruebas de que la sociedad neandertal necesitara un medio de comunicación duradero para consolidar sus valores y creencias. Se requiere un alto grado de certeza cronológica para que esa visión sea falsificada. En resumen, todavía no hay evidencia arqueológica convincente de que los Neandertales hayan creado arte rupestre en la Península Ibérica”.

La investigadora del Laboratorio de Tecnología Prehistórica de la Facultad de Geografía e Historia de la USAL Olivia Rivero forma parte, además, del equipo de investigación de la cueva de Chauvet, en el departamento de Ardèche (Francia), la más antigua con arte paleolítico datada hasta la fecha, en torno a 30.000 años. “Muchos de los firmantes del artículo de Hoffman, curiosamente, consideran que las dataciones de estas cuevas no son válidas, porque aseguran que las representaciones son muy complejas artísticamente en composición y perspectiva; pero en este caso sí existen más de 100 dataciones, todas  coherentes, además de sujetas a un programa de interconexión entre laboratorios. Es sorprendente que después defiendan el arte rupestre de los neandertales con una única fecha, no tienen coherencia”.

Panel 78 de La Pasiega C con cuatro dataciones U/Th ofrecidas por Hoffmann et al. (2018a). Hay que tener en cuenta la discrepancia entre el lado izquierdo y el lado derecho del mismo rectángulo (A); calco de Breuil et al. (1913).

Artículo de referencia:

Randall White, Gerhard Bosinski, Raphaëlle Bourrillon, Jean Clottes, Margaret W. Conkey, Soledad Corchón Rodriguez, Miguel Cortés-Sánchez, Marco de la Rasilla Vives, Brigitte Delluc, Gilles Delluc, Valérie Feruglio, Harald Floss, Pascal Foucher, Carole Fritz, Oscar Fuentes, Diego Garate, Jesús González Gómez, Manuel R. González-Morales, María González-Pumariega Solis, Marc Groenen, Jacques Jaubert, María Aránzazu Martinez-Aguirre, María-Ángeles Medina Alcaide, Oscar Moro Abadia, Roberto Ontañón Peredo, Elena Paillet-Man-Estier, Patrick Paillet, Stéphane Petrognani, Romain Pigeaud, Geneviève Pinçon, Frédéric Plassard, Sergio Ripoll López, Olivia Rivero Vilá, Eric Robert, Aitor Ruiz-Redondo, Juan F. Ruiz López, Cristina San Juan-Foucher, José Luis Sanchidrián Torti, Georges Sauvet, María Dolores Simón-Vallejo, Gilles Tosello, Pilar Utrilla, Denis Vialou, Mark D. Willis. “Still no archaeological evidence that Neanderthals created Iberian cave art”. Journal of Human Evolution, 2019, 102640, ISSN 0047-2484, https://doi.org/10.1016/j.jhevol.2019.102640.

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Olivia Rivero, investigadora y profesora de Prehistoria en la Universidad de Salamanca. Laboratorio de Tecnología Prehistórica. Facultad de Geografía e Historia.