Araceli Mangas, catedrática de Derecho Internacional Público en la Universidad Complutense, que ha desarrollado buena parte de su carrera profesional en el Estudio salmantino, recibió ayer el XXVII Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio. En una ceremonia celebrada en Madrid, la profesora Mangas recogió el galardón de manos del presidente del Senado, Ander Gil, en presencia de numerosas autoridades y de una delegación de la Universidad de Salamanca encabezada por Nicolás Rodríguez, vicerrector en funciones de Postgrado y Enseñanzas Propias, en ausencia de Ricardo Rivero, y en la que también estuvieron compañeros y amigos de la homenajeada.

En intervención, Araceli Mangas recordó su paso por la Universidad de Salamanca como docente, pero también como alumna, recordando los nombres de algunos de sus profesores más notables en el Estudio, donde “tuve la inmensa fortuna de ser alumna y aprender de Francisco Tomás y Valiente, Gloria Begué, Alberto Bercovitz, José Vida Soria o Antonio Pérez Luño… Su ejemplo, su entrega al saber, a sus alumnos, a la sociedad de su tiempo, fue para mí el espejo en el que soñar mi ilusión por el Derecho”.

Más de medio millar de invitados se reunieron en el Casino de Madrid para el acto de entrega del premio, que otorga anualmente la compañía de seguros Pelayo, y cuya presidencia de honor recae en su majestad Felipe VI. Encarnación Roca, miembro del jurado y vicepresidenta emérita del Tribunal Constitucional, realizó la semblanza de la galardonada, destacando el importante desarrollo profesional que ha aportado a su paso por la universidad, desde el lado de la investigación y la docencia y los beneficios que estos se han proyectado para la sociedad especialmente en Derecho Europeo e Internacional.