La herramienta desarrollada por la Universidad de Salamanca busca y cataloga contenidos educativos heterogéneos
José Pichel Andrés/DICYT El mundo de las tecnologías de la información pone a disposición de los profesionales de la enseñanza multitud de contenidos educativos en forma de textos, vídeos, audios, gráficos y otros elementos que se pueden localizar en internet. Sin embargo, encontrar los recursos más adecuados no es sencillo, porque todos esos objetos educativos se hallan dispersos en diversos repositorios y bases de datos. Para solucionar este problema, la Universidad de Salamanca ha creado una aplicación que busca, cataloga y permite la descarga de estos objetos.
El proyecto, denominado 'Plataforma multiagente para la recuperación y catalogación de recursos educativos' ha sido desarrollado por la alumna de Ingeniería Informática Beatriz Martín García, bajo la dirección de la profesora Ana Belén Gil González. Se trata de una de las iniciativas que se enmarcan dentro del Programa de Prototipos Orientados al Mercado con el que la Universidad de Salamanca busca desarrollar los proyectos tecnológicos de sus alumnos con el apoyo del Proyecto T-CUE de la Junta de Castilla y León.
La idea se basa en "la obtención de objetos de aprendizaje de diferentes repositorios, sobre todo destinada al ámbito de la educación", explica en declaraciones a DiCYT Beatriz Martín. "A veces en internet encuentras mucha información, pero no va destinada a tu campo. Con este proyecto, accedemos a bases de datos o repositorios que están en internet a través de 'deep web' o web profunda" un concepto informático que hace referencia al acceso a la información más allá de lo habitualmente encuentran los buscadores comunes. "En lugar de indexar como hace Google, nos conectamos directamente a esas bases de datos y accedemos la información", apunta.
El desarrollo de esta herramienta informática que se podrá consultar a través de la web, tiene que ver con un concepto relacionado con la inteligencia artificial, como es el de sistemas multiagente. "Un agente es una unidad independiente que no sabe lo que hay a su alrededor, pero obtiene conocimiento a través de las interacciones que tiene con el entorno", comenta la autora. En este proyecto, cada agente va a tener un rol específico. Un reto importante que trata de superar este proyecto es que "cada base de datos tiene su lenguaje de acceso", a pesar de que "los objetos que recuperas suelen estar estandarizados". Por eso, "cuando un usuario hace una petición, hay un agente que se encarga de traducir el lenguaje que utiliza a un lenguaje formal, otro traduce la consulta al lenguaje específico de cada repositorio, otro organiza toda la búsqueda...", pone como ejemplos Beatriz Martín.
Mejores resultados
El sistema utiliza lo que se conoce como búsqueda federada, es decir, "una búsqueda en diferentes repositorios de firma simultánea, con la ventaja de obtener mejores resultados en un menor tiempo de respuesta". La información se filtra y se desecha lo que no vale, por ejemplo, si un enlace no funciona, la aplicación lo descarta de forma automática. El resultado es que la información queda perfectamente catalogada con información sobre su autoría o su localización.
A la aplicación se podrá acceder como usuario registrado o no registrado, pero en este segundo caso la herramienta sólo mostrará un listado de los objetos de aprendizaje encontrados, sin dar la posibilidad de acceder a ellos. Los usuarios registrados podrán filtrar los resultados en función de sus intereses, por ejemplo, el tamaño de los objetos o la cantidad de información que ofrecen. Asimismo, los usuarios podrán subir sus propios objetos educativos, guardarlos en su cuenta o descargarlos.
El Programa de Prototipos Orientados al Mercado de la Universidad de Salamanca, promovido por la Fundación General de la institución académica, busca una salida comercial para este tipo de proyectos y, en este caso, el interés que puede suscitar esta nueva herramienta parece conducirlo por ese camino. Bien orientado y perfeccionado, podría despertar mucho interés en el sector de la educación, asegura su autora.