
La Escuela de Pilotos Adventia, centro adscrito a la Universidad de Salamanca y heredera de la histórica Escuela Nacional de Aeronáutica (ENA), conmemora esta semana su 50 aniversario con diversos actos en los que antiguos alumnos de la primera promoción de la ENA se han reencontrado en Matacán (Salamanca), medio siglo después de iniciar su formación como pilotos.
Bajo el lema “De la ENA a Adventia: 50 años formando alas”, las jornadas conmemorativas han reunido a autoridades académicas, representantes del sector aeronáutico, docentes y alumnos actuales en un evento cargado de emoción y recuerdos.
La celebración comenzó el pasado lunes con una visita a la Base Aérea de Matacán. Tras una presentación institucional, los asistentes visitaron el planetario Celeste I, una pieza única en el mundo que sirvió como herramienta didáctica para los estudios de astronomía entre 1947 y 1954. Además, recorrieron la Escuela de UVAS (formación de pilotos de aeronaves no tripuladas) de la Base Aérea. Sin embargo, el momento más especial fue la visita al edificio donde comenzaron su formación: la antigua Escuela de Polimotores, hoy denominada Escuela Militar de Transporte Aéreo, que conserva la estructura, el indicativo y el emblema originales de la ENA.
Durante la jornada, los participantes estuvieron acompañados por el coronel jefe de la Base Aérea y director del Grupo de Escuelas de Matacán, Francisco Javier Mendi Pompa, con quien compartieron anécdotas y recuerdos de su etapa como alumnos.
El acto central tuvo lugar el martes en las instalaciones de Adventia, donde se celebró una mesa redonda presidida por el vicerrector de Economía de la Universidad de Salamanca, Javier González.
Bajo el título “De la ENA a Adventia: la evolución de la formación de pilotos en 50 años”, intervinieron destacados representantes de distintas generaciones de pilotos formados en la Escuela. Entre ellos, Luis Fernández Castaños y Miguel Salas Martí, ambos ex pilotos de Iberia y alumnos de la primera promoción de la ENA. Con más de 25.000 horas de vuelo acumuladas, representaron la etapa inicial de la formación entre 1975 y 1977.
Ambos destacaron que, en aquella época, “todo se aprendía volando, no había simuladores, y mucho menos como los actuales”. Obtenían la licencia con más de 900 horas de vuelo tras un curso de dos años. “Fuimos unos privilegiados por vivir aquella época, aunque envidiamos los medios que tienen los alumnos de hoy; ahora todo es más fácil”, señalaron.
Representando la etapa de transición de la ENA a SENASA, intervino Carlos San José, piloto comercial y decano del COPAC, como antiguo alumno de la primera promoción de SENASA. Su experiencia aportó el valor de los primeros simuladores, como los Frasca 101, donde se practicaban maniobras básicas de vuelo instrumental en condiciones de baja visibilidad.
En representación de los tiempos más recientes, participó Richard Jenkins, piloto de Air Europa y exalumno de la primera promoción del Grado en Piloto de Aviación Comercial y Operaciones Aéreas, que marcó el inicio de la formación universitaria oficial en este ámbito, implantada en 2013. “Esperé un año más para poder cursar este grado universitario”, explicó Jenkins, quien afirmó que esta titulación fue decisiva en su carrera profesional y aseguró que “el futuro de la aviación es universitario”.
Carlos San José corroboró estas palabras en su intervención como decano del Colegio de Pilotos, reafirmando que “esta profesión debe ser accesible a todos los alumnos con vocación, evitando que la falta de recursos económicos suponga una pérdida de talento”.
Asimismo, destacó la importancia de la oficialidad universitaria: “Hoy los jóvenes pueden obtener un grado universitario junto con su licencia de vuelo. Ha sido el cambio más significativo en la historia de la formación de pilotos en España, equiparándola al resto de titulaciones oficiales y abriendo nuevas puertas profesionales más allá de la cabina”.
Entre los asistentes al acto también se encontraban el coronel de la Base Aérea de Matacán, Francisco Javier Mendi Pompa, y el director del Aeropuerto de Salamanca, Ángel Otero, quienes quisieron acompañar a la Escuela en una fecha tan señalada.
El acto central culminó con la entrega de diplomas conmemorativos a todos los antiguos alumnos de la primera promoción de la ENA.
El vicerrector de la Universidad de Salamanca, Javier González, cerró el acto destacando que “estos 50 años no solo celebran una trayectoria educativa, sino también el compromiso continuo con la excelencia y la innovación en la formación de pilotos”. Reafirmó, además, el compromiso de la Universidad con Adventia tras su reciente adquisición, que incluirá nuevos proyectos como la renovación de la flota de aviones o la creación de estudios de posgrado relacionados con el sector.
La Universidad de Salamanca llega para quedarse. Con este reencuentro intergeneracional, Adventia reafirma su papel como cuna de pilotos profesionales y símbolo del desarrollo de la formación aeronáutica civil en España.
Tras el acto, los antiguos alumnos recorrieron las instalaciones de la que fue su Escuela, redescubriendo un centro que, 50 años después, sigue formando con excelencia a los pilotos del futuro, adaptándose a los nuevos retos de la aviación.
De la ENA A Adventia
ENA
La Escuela Nacional de Aeronáutica fue la primera escuela de pilotos civiles de España. Estuvo activa entre 1974 y 1993 en la Base Aérea de Matacán (Salamanca), con el objetivo de cubrir la necesidad de formación de pilotos civiles, ya que las únicas alternativas eran la Academia General del Aire o la formación en el extranjero.
SENASA
El 20 de diciembre de 1990, mediante Real Decreto, se privatizó la ENA y se creó SENASA (Sociedad Estatal para las Enseñanzas Aeronáuticas Civiles, S.A.), que asumió la formación de las dos últimas promociones hasta 1993.
Adventia
El 17 de noviembre de 1994, Adventia asumió el relevo en la formación de pilotos, participada por SENASA, aerolíneas y la Cámara de Comercio de Salamanca. Ha mantenido viva la tradición aeronáutica del aeródromo de Matacán.
Universidad de Salamanca
El 11 de noviembre de 2024, la Universidad de Salamanca se convierte en accionista mayoritaria de Adventia, consolidando su apuesta por la formación universitaria de pilotos y abriendo una nueva etapa de innovación y desarrollo académico.