Diseñan un proyecto para aprovechar los gases de una central térmica para un invernadero

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02/11/2011
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Agencia de Noticias DiCYT
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La Universidad de Salamanca propone mejorar los rendimientos de los cultivos aplicando CO2 y el calor residual de centrales térmicas de ciclo combinado

José Pichel Andrés/DICYT Un proyecto diseñado por la Universidad de Salamanca pretende aprovechar los gases de combustión y el calor térmico residual de las centrales térmicas para acondicionar un invernadero, creando un ambiente adecuado de temperatura y de concentración de dióxido de carbono (CO2) para que los cultivos se desarrollen antes y con más calidad y la producción aumente entre un 25 y un 30 por ciento. La idea está especialmente pensada para centrales térmicas de ciclo combinado e invernaderos situados en lugares con bajas temperaturas invernales.

La alumna de Ingeniería Química Miryam García Muñoz ha desarrollado la idea dentro de un proyecto dirigido por Jorge Cuéllar Antequera, profesor del Departamento de Ingeniería Química y Textil, y apoyado por el Programa de Prototipos Orientados al Mercado, una iniciativa enmarcada en el proyecto de Transferencia Universidad-Empresa (T-CUE) de la Junta de Castilla y León. "Las centrales térmicas son la principal fuente de emisión de dióxido de carbono en España, por eso, se ha aplicado la idea a este tipo de instalaciones, aunque podría servir para cualquier otro tipo de industrias en las cuales se obtuviese una corriente de CO2", señala la investigadora en declaraciones a DiCYT. Además, "se podrían utilizar las corrientes de calor residual que conlleva a la generación de electricidad a través de combustibles fósiles con el fin de calentar el invernadero en las épocas en las que fuera necesario".

"Al incrementar la concentración de dióxido de carbono en el invernadero hasta niveles óptimos, se aumenta la producción entre un 25 y un 30 por ciento, según estudios previos. Además, se aumenta la calidad y la precocidad de los productos, permitiendo al agricultor ser más competitivo frente a otros", afirma Miryam García Muñoz.

Hasta ahora, en los invernaderos españoles no se estaban utilizando sistemas de enriquecimiento de CO2 y "esto es un factor limitante para el crecimiento", indica la investigadora. Por eso, ya hay algunas zonas del Sur de la península en las que se están implantando sistemas basados en inyectar dióxido de carbono puro o sistemas de combustión dentro del invernadero. Sin embargo, "si se inyectase CO2 procedente de una central obtendríamos un ahorro a la par que un beneficio medioambiental, como sería evitar la expulsión de este gas a la atmósfera", indica.

Derivar los gases de una industria hacia un invernadero cercano sería más eficiente si se obtuviese una corriente de CO2 puro, puesto que no sería necesario otro tratamiento para enriquecer el invernadero. Esto "depende del tipo de instalación desde la cual se obtenga la corriente de CO2; en este proyecto se ha planteado la corriente de CO2 obtenida con los gases de combustión de la central térmica y sí sería necesario un tratamiento previo porque además de dióxido de carbono existen otros compuestos que son perjudiciales para el crecimiento de la planta, como el óxido de nitrógeno y el óxido de azufre, así que es necesaria su eliminación previa antes de inyectar el gas en el invernadero", comenta.

La responsable del proyecto reconoce que para poder aprovechar de esta forma todo el CO2 de una central térmica serían necesarias muchísimas hectáreas (quizá unas 5.000, señala), mientras que el área normal de un invernadero en España no supera una hectárea o dos, pero la idea supondría al menos reutilizar una pequeña parte de los gases que expulsa una instalación de este tipo. Teniendo en cuenta estas cifras, el proyecto podría implementarse principalmente en las centrales de ciclo combinado de gas natural, ya que son las que producen una menor cantidad de contaminación.

Además, los invernaderos debería situarse lo más cerca posible de las centrales para aprovechar bien los gases y sobre todo el calor residual. Por otra parte, la investigadora señala también que, si es necesario tratar los gases de combustión antes de inyectarlos en el invernadero, se puede aprovechar la producción de electricidad de las propias centrales para realizar este proceso.