El Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca ha acogido una conferencia de un experto en terapias dirigidas contra el cáncer
JPA/DICYT Jordi Barretina, investigador que trabaja en el Broad Institute of MIT and Harvard, en Estados Unidos, ha visitado hoy el Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca para hablar de los últimos avances en terapias dirigidas en cáncer, el campo de estudio que le mantiene ocupado. Las terapias dirigidas son tratamientos personalizados en función de la características individuales de cada paciente y cada tumor, pero aún queda mucha investigación científica por delante hasta que se puedan generalizar.
"Realizamos estudios genómicos para implementar la medicina personalizada en cáncer, la idea es aplicar las terapias adecuadas a pacientes que tengan muchas probabilidades de responder a ciertos tratamientos basados en sus perfiles genéticos o genómicos, si estudiamos todos su genoma", ha afirmado el experto en declaraciones a DICYT. El objetivo de los últimos estudios clínicos que conseguir aprobar fármacos dirigidos de una forma más rápida, según ha comentado.
Jordi Barretina se centró en el estudio de los sarcomas durante sus primeros años en Boston. Sin embargo, "ahora estamos trabajando en todos los cánceres de los que podemos tener muestras o modelos de laboratorio", comenta. De hecho, la investigación en torno a terapias dirigidas se realiza por medio del estudio de cada tipo de cáncer, pero también con una visión más general, ya que "se pueden estudiar más en detalle ciertos tipos de cáncer, pero también hay muchas alteraciones que son comunes en varios cánceres", declara.
En su grupo de investigación, los científicos han logrado definir "algunas vías terapéuticas a las que se pueden dirigir algunos fármacos". Además, "hemos descubierto algunos potenciales biomarcadores que se pueden utilizar en la clínica unidos al uso de un fármaco", de manera que se pueda "predecir qué pacientes van a responder a ciertos fármacos".
Según Jordi Barretina la medicina personalizada comienza a ser un hecho. "Ya hay ejemplos, aunque todavía se pueden contar con los dedos de las manos, en los que se está utilizando una prueba genética para ver qué pacientes van a responder o no a ciertos fármacos, pero la idea es extender este número a muchos más e intentar aprovechar todo el conocimiento de la genética de los tumores".
El científico invitado hoy por el Centro de Investigación del Cáncer mantiene varias colaboraciones con grupos de investigación españoles, en concreto, de Madrid y Barcelona, pero también conoce de cerca el trabajo que se realiza en Salamanca a través de Enrique de Álava, científico del CIC, porque forma parte del Grupo Español de Investigación en Sarcomas (GEIS).