En busca de un implante vestibular que solucione los problemas de equilibrio

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09/04/2014
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Agencia de Noticias DiCYT
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El investigador mexicano Enrique Soto Eguibar, científico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, presenta su trabajo en el INCYL de la Universidad de Salamanca

JPA/DICYT Enrique Soto Eguibar, investigador de la Benemérita Universidad de Puebla (BUAP) de México, trabaja en un laboratorio de neurofisiología sensorial cuyas líneas de investigación se centran en el sistema vestibular, la parte del oído relacionada con el equilibrio y el control espacial. Tras años de investigación básica, ha logrado patentar un modelo matemático que puede servir para desarrollar un futuro implante que solucione los problemas de equilibrio.

Este científico colabora con el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (INCYL) de la Universidad de Salamanca, centro que ha visitado esta tarde para ofrecer un seminario de investigación especializado acerca de su trabajo. En parte, su trabajo está conectado con los estudios que se llevan a cabo en el INCYL relacionados con el sistema auditivo.

A lo largo de 25 años, “hemos trabajado con células ciliadas y células del ganglio de Scarpa del vestíbulo”, explica en declaraciones a DiCYT haciendo referencia a distintas parte del oído, “y más tarde, con células ciliadas de la cóclea y células del ganglio espiral”, asunto central de su conferencia. En definitiva, su laboratorio se ha ocupado de investigación básica, “esencialmente, en la caracterización de las corrientes iónicas que subyacen a la actividad eléctrica de las neuronas de los ganglios de Scarpa y espiral y de las células sensoriales del oído”, comenta.

Más recientemente, su trabajo ha derivado hacia el desarrollo de una prótesis vestibular y por ello ha obtenido una patente mexicana y otra estadounidense, ésta última publicada hace apenas dos semanas. En concreto, la BUAP ha patentado “un modelo matemático para las funciones de transferencia entre un sensor técnico, como un giróscopo o un acelerómetro, y las neuronas aferentes del oído”, señala.

A largo plazo, este avance podría servir para abordar de forma satisfactoria los problemas de equilibrio. Para explicarlo, pone como ejemplo los implantes contra la sordera o las pérdidas de audición severas. “Hay miles de personas que sufren una pérdida auditiva total de origen periférico y pueden solucionar sus problemas gracias a un implante coclear, comenta. “Ahora se plantea la posibilidad de que un implante vestibular devuelva la función del equilibrio a las personas”, comenta.

En ciernes

El sentido del equilibrio es tan importante que “muchos individuos con daño auditivo preferirían perder el oído con tal de recuperar el equilibrio”, dos problemas que suelen asociarse porque se dependen de órganos que están juntos. La posibilidad de tener implantes vestibulares “está todavía en ciernes”, reconoce el experto, aunque sabe cómo podría llevarse a cabo. “Más que un implante con procedimientos quirúrgicos, nuestra apuesta es un auxiliar vestibular, que sería algo como unos anteojos”, relata metafóricamente, “es decir, ofrecería una estimulación eléctrica que permitiría recuperar el sentido del equilibrio”.

Este resultado es “nuestra primera experiencia en el campo de las patentes”, apunta, todo un logro, porque “las universidades latinoamericanas tienen muy mal historial en el campo de las patentes y los desarrollos tecnológicos”. La BUAP, a pesar de contar con unos 170 investigadores, “no tenía ninguna patente en su historia”, así que ha empezado a promover una investigación más aplicada.

Intercambios con España

El grupo de Enrique Soto está en contacto con el INCYL, especialmente con el equipo de Manuel Sánchez Malmierca, en el que realiza su doctorado una licenciada de la BUAP, Yaneri Aguilar. En la actualidad, una doctora mexicana podría incorporarse también al INCYL. “Es natural que vengan más a Europa, los mexicanos siempre vamos a Estados Unidos por la cercanía pero cada vez más los jóvenes se interesan por esta posibilidad”, indica el científico de la BUAP. Asimismo, considera que hay grandes posibilidades de colaborar con el INCYL, ya que ambas partes investigan campos complementarios.

Por otra parte, Enrique Soto está muy interesado también en la divulgación de la ciencia y dirige la revista Elementos, una iniciativa de la BUAP para promover la comunicación entre los investigadores, los estudiantes y la sociedad en general.