Científicos y empresas pueden recurrir a NeoAurea para presentar sus resultados de investigación
José Pichel Andrés/DICYT NeoAurea es una nueva spin-off de la Universidad de Salamanca que, como otros negocios que comienzan a dar sus primeros pasos, se ubica provisionalmente en el Centro de Innovación y Dinamización Empresarial (CIDE), el previvero de empresas de la Fundación General de la institución académica. Por varias razones, NeoAurea puede ser considerada como un ejemplo paradigmático de transferencia de conocimiento, ya que sus promotores han aprovechado su formación universitaria para ofrecer un negocio innovador que puede tener una gran demanda en la ciudad.
La idea es realizar animación en 3D en el ámbito de la Ciencia, de manera que grupos de investigación o empresas que realizan I+D+i puedan emplearla para presentar sus resultados de investigación. “Hay determinados procesos en Biología, Química, Física o Farmacia en los que es imposible o muy costoso obtener imágenes reales por las características espaciales o temporales en las que se desarrollan. Por eso, pensamos en la necesidad de representar estos procesos con las tecnologías 3D actuales”, explica Jorge Merino, físico que ha completado su formación en el campo de la animación.
Su socio es Sergio Miguel, ingeniero informático que realiza un doctorado sobre Inteligencia Artificial y que ha realizado un máster en Neurociencias. “Me interesa todo lo relacionado con la inteligencia. En los sistemas biológicos, es el sistema nervioso el que provee a un ser vivo de la inteligencia, de manera que quería completar mis conocimientos en este campo”, explica. De esta formación multidisciplinar surgió la idea. “Queríamos desarrollar algo que necesitara Salamanca, una ciudad universitaria por excelencia donde se lleva a cabo mucha investigación y el sector biomédico es muy importante”.
Con este punto de partida, el objetivo es ofrecer servicios a los centros de investigación. “Cuando un equipo de científicos consigue unos resultados novedosos y quiere mostrarlos en congresos o a los medios de comunicación, puede contactar con nosotros”, señalan. Realizar presentaciones mediante animación digital puede ser especialmente interesante en aquellos procesos que por sus características son difíciles de ver. “Podemos hacer que aquello que han descubierto se pueda mostrar a un público que no es de primera línea de investigación”, afirman, orientándose también a la divulgación científica.
Para empresas innovadoras
Además, desde el punto de vista comercial puede ser especialmente interesante para empresas que realizan I+D+i y desarrollan “productos novedosos, como en el caso de las farmacéuticas o las empresas de biotecnología, que quieren mostrar sus avances a posibles clientes o al público en general”, incluso también para empresas relacionadas con la comunicación.
Dada la formación científica de la que parten, “para los investigadores es fácil hablar con nosotros, porque entendemos lo que nos están contando”, afirma Sergio Miguel. En este sentido, el rasgo característico de NeoAurea es la orientación científica de sus proyectos, ya que “buscamos hacer algo relacionado con nuestros conocimientos, nuestro objetivo no es hacer 3D para videojuegos o películas, sino usarlo para un campo que conocemos y nos gusta”, indica Sergio.
“Primero mantenemos una entrevista con el cliente y en ella definimos el proyecto. Con esa información les proponemos una animación mediante un story board”, es decir, una serie de dibujos esquemáticos previos que sirve de borrador del guion. “Si el cliente está de acuerdo, empieza la fase de producción con el modelado, después se añaden materiales y texturas, se ilumina la escena, se anima y se renderiza, con lo cual ya se obtiene el resultado final, aunque en una última fase de postproducción se añaden sonidos, efectos sonoros, voz en off, música o retoques con programas de fotografía”, explican.
En su trabajo utilizan programas que ya están en el mercado, pero a la vez “estamos investigando cómo se hace el 3D para gafas para desarrollar este tipo de imágenes”, apuntan. “Todo está relacionado con lo que hemos estudiado, el 3D es física, si lo vemos es porque cada ojo recibe la misma imagen desde diferente perspectiva”, comenta Jorge Merino