La Universidad de Salamanca ha celebrado ayer una jornada divulgativa en el Campus Unamuno en la que estudiantes, profesores y personal de administración y servicios han podido experimentar las consecuencias de llevar o no el cinturón de seguridad durante un accidente, conocer los efectos del alcohol y drogas en la conducción y aprender algunas de las actuaciones que la Guardia Civil y la Policía Municipal llevan a cabo durante los test de alcoholemia y drogas.

En la inauguración de la jornada participaron el responsable de la Jefatura Provincial de Tráfico, Miguel Moreno Sánchez, así como el vicerrector de Política Académica y Participación Social, Enrique Cabero, y el director de la Oficina del VIII Centenario, Julio Cordero.

Un espectacular despliegue de medios facilitó a los universitarios su acercamiento a diversos aspectos de la seguridad vial, su importancia y las consecuencias de las malas prácticas, a través de un simulador de vuelcos, pruebas de reflejos -utilizando gafas de realidad virtual que simulan los efectos de alcohol y drogas- y distintas actuaciones de los cuerpos de seguridad, que han atendido las cuestiones de los participantes en todo momento.

La USAL organiza estas actividades en el marco del Programa “Universitas” de Prevención de Riesgos Laborales de Castilla y León, en el que participan las cuatro universidades públicas de la región bajo el impulso y el auspicio de la Dirección General de Trabajo y Prevención de Riesgos Laborales de la Junta.

La iniciativa, enmarcada en las actividades del VIII Centenario, está directamente relacionada con la recién constituida Cátedra Castilla y León de Prevención de Riesgos Laborales con sede en la Universidad de Salamanca.

Durante el año 2018 se registraron en España cerca de 70.000 accidentes de tráfico relacionados con el trabajo, bien en el transcurso de la jornada laboral, bien en los desplazamientos de llegada y salida, conocidos como accidentes in itinere. El número total de víctimas mortales ascendió a 249.