Isidro Sánchez García, investigador del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca (CIC-IBMCC), clave en el proyecto Cunina, pionero para la prevención de la leucemia infantil

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La novedad de la investigación es la combinación entre la búsqueda de susceptibilidades a la leucemia con la prevención. Persigue la prevención de la Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA), desarrollando nuevas formas de diagnóstico y tratamiento
El proyecto, denominado Cunina, ha sido promovido y financiado con 540.000 €, por la Fundación Unoentrecienmil, y será desarrollado mediante un consorcio internacional
03/02/2020
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Comunicación Universidad de Salamanca
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A día de hoy se sabe que al menos el 5 % de los niños nacen con clones de la preleucemia, mediante la investigación que comienza mediante el proyecto Cunina, se pretende explicar por qué solo una pequeña parte de ellos desarrollará la enfermedad. Se persigue, por tanto, comprender los mecanismos que desencadenan la Leucemia Linfoblástica Aguda. De esta manera, se podrán desarrollar nuevas formas para diagnosticar esta enfermedad, así como abrir las puertas a la prevención, e intervenir antes de que se desencadenen las condiciones que provoquen la LLA.

Señala Isidro Sánchez García, investigador principal del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca (CIC-IBMCC, centro mixto de la Universidad de Salamanca y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas), que “existe un gran interés por parte tanto de la sociedad como de la comunidad científica para alcanzar una mejor comprensión de los cambios iniciales, responsables de una transformación irreversible del estado de las células. Este conocimiento es justo lo que puede revolucionar el campo de la leucemia, al permitir instaurar estrategias de prevención para la misma”.

Para poder profundizar en la predisposición al desarrollo de la LLA, la investigación cuenta con la participación de cien familias cuyos hijos han sido diagnosticados con este tipo de leucemia, y se estudiará el genoma tanto de los niños diagnosticados como el de sus familiares. La inclusión del estudio del genoma de los miembros de la familia del niño enfermo es otro elemento diferenciador de este proyecto. Mediante la investigación, se secuenciará el exoma completo de los tríos familiares (padre-madre-hijo) con esta leucemia y cuyos hallazgos serán validados funcionalmente. Esto implica ampliar el conocimiento sobre las causas de la enfermedad y las bases genéticas de la predisposición a tener en un futuro la Leucemia Infoblástica Aguda; no solo en el trío padre-madre-hijo, sino que se extendería a los familiares de primera línea, multiplicando así el impacto y repercusión de las conclusiones del Proyecto Cunina.

El CIC-IMBCC de Salamanca en el planteamiento original del Proyecto Cunina

En el consorcio internacional participa el investigador principal del Centro de Investigación del Cáncer (CIC-IBMCC, centro mixto de la Universidad de Salamanca y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas), el doctor Manuel Ramírez Orellana –como coordinador del proyecto en España, coordinador del Comité Biológico del Grupo de Leucemias de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (SEHOP) y especialista en Pediatría y Oncohematología Pediátrica en la Unidad de terapias avanzadas del Hospital Universitario Niño Jesús– y el profesor Arndt Borkhardt –del Departamento de Oncología Pediátrica del Hospital Universitario de Düsseldorf.

El planteamiento original del Proyecto Cunina se inició a partir de los resultados a los postulados e investigaciones iniciales sobre la génesis de la leucemia precursora de células B del grupo de científicos del CIC-IMBCC, dirigido por el doctor Isidro Sánchez-García, en colaboración con el profesor Arndt Borkhardt; y a los que se ha unido, como coordinador del proyecto en España, el doctor Manuel Ramírez Orellana, además de parte de los equipos de los centros participantes.

La leucemia es el cáncer infantil más frecuente y la LLA comprende el 80 % de las leucemias en edad pediátrica. Las causas subyacentes son desconocidas en gran parte. La mayoría de los casos de LLA en la infancia son esporádicos y no se considera una enfermedad hereditaria. La base genética de la susceptibilidad para la LLA transmisible fuera de estos síndromes no está definida. Sin embargo, se han obtenido avances en los últimos años en esa dirección, tales como estudios genómicos que han encontrado que determinados polimorfismos somáticos están asociados con un mayor riesgo de LLA o que otras mutaciones raras.

El doctor Isidro Sánchez-García subraya, a este respecto, “sin lugar a duda, la identificación de qué pacientes pediátricos tienen predisposición genética a la LLA tiene implicaciones inmediatas en cuanto al tratamiento de la enfermedad; al tiempo que nos proporciona una información valiosa sobre el origen y evolución de la enfermedad en general”. Es esta aproximación, con los pacientes y sus familias en el centro de la investigación, así como la posibilidad de prevenir en lugar de curar, lo que ha llevado a Unoentrecienmil a respaldar el enfoque tan innovador de este estudio.

De acuerdo con el coordinador del proyecto, el doctor Manuel Ramírez Orellana, “con este proyecto, y a través del estudio de cien pacientes diagnosticados de LLA analizados en tríos familiares (padre-madre-hijo), podremos dilucidar aspectos tan importantes como la predisposición genética al cáncer por parte del paciente , su predisposición a una excesiva toxicidad de los tratamientos y a desarrollar otros tumores a lo largo de su vida, así como el potencial riesgo de sufrir cáncer por parte de otros miembros de su familia, como sus padres o hermanos o familiares de primera línea”.

Siguiendo al profesor Arndt Borkhardt, “la Next Generation Sequencing o NGS ha permitido una rápida evolución del campo de la genómica. Gracias al desarrollo de estas nuevas tecnologías y la implementación de programas bioinformáticos de análisis de datos, podemos abordar experimentos genómicos que hace poco más de una década eran inasumibles. Por ejemplo, la secuenciación del genoma o del exoma”.

En el planteamiento del Proyecto Cunina, la posibilidad de secuenciar el exoma completo de los cien tríos familiares, seleccionados por los investigadores a partir del banco de muestras de la SEHOP, tiene el potencial de revelar la predisposición genética heredada o espontánea en los niños con leucemia linfoblástica aguda, al tiempo que facilita la integración e implementación de estrategias de tratamiento individualizadas. Esto significa, además, que este tipo de experimentos son clave para el establecimiento de una medicina de precisión y de prevención en nuestros sistemas nacionales de salud.

Más allá de la secuenciación masiva de datos, junto con la necesidad de comprender la predisposición genética para desarrollar la LLA, el Proyecto Cunina requiere la validación funcional in vitro e in vivo en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca para dilucidar la compleja interacción entre predisposición genética y factores ambientales, así como entre la genética y epigenética. De acuerdo con el doctor Isidro Sánchez-García, “la validación funcional in vivo nos proporciona importantes datos acerca del origen y evolución de la LLA; por lo que los modelos de ratones serán la base de estudio de nuestro equipo para comprender los mecanismos moleculares que influyen en el desarrollo de la LLA de células B, y como resultado de una exposición a una infección natural”.

Con el Proyecto Cunina, Unoentrecienmil sigue avanzando hacia su objetivo de impulsar la curación plena de la leucemia infantil desde la investigación, a través de proyectos diferenciadores e innovadores que impacten en la curación clínica y afecten positivamente en la curación emocional de esta enfermedad, que va más allá del niño y afecta también a sus familias.

Sobre Unoentrecienmil

La Fundación Unoentrecienmil nace en 2012 con el objetivo de impulsar proyectos de investigación de leucemia infantil, enfermedad que diagnostican cada año en España a más 300 nuevos niños, representa el 30 % de los casos de cáncer infantil diagnosticados y arroja una terrible estadística: 2 de cada 10 niños diagnosticados no lo supera.  Desde entonces ha destinado ya más de 700.000 € en investigación: son ya siete becas –cinco anuales, la I Beca de Destino en Centro de Excelencia Internacional y la I Beca MQC con una línea de investigación sobre los beneficios de la actividad física en la cura del cáncer infantil-, la V Beca va camino de abrir un ensayo clínico esperanzador, la VI Beca Anual dotada con 100.000€ se entregó en 2019 a un “innovador Proyecto de vanguardia como es la primera inmunoterapia específica para una leucemia T desarrollada por unos investigadores españoles” y se ha abierto la convocatoria a la VII Beca de Investigación que se entregará en 2020.

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Almudena Timón Sánchez, responsable de Comunicación y Marketing Centro de Investigación del Cáncer USAL-CSIC
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