La Universidad de Salamanca lanza la colección ‘La Universidad del siglo XXI’ para analizar los retos del sistema universitario español

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El rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, y el secretario General de Universidades, José Manuel Pingarrón, presentan los tres primeros volúmenes
18/03/2021
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Comunicación Universidad de Salamanca
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El rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, y el secretario General de Universidades, José Manuel Pingarrón, han presentado en la mañana de hoy los tres primeros volúmenes de la nueva colección “La Universidad del siglo XXI” (Ediciones Universidad de Salamanca), con la que se pretende aportar una visión actual sobre el presente y el futuro de las instituciones universitarias.

El acto, celebrado en el Paraninfo de las Escuelas Mayores, contó con la presencia de Purificación Galindo, vicerrectora de Ciencias de la Salud, Gestión de la Calidad y Política Académica; y de Javier González Benito, vicerrector de Economía, además de las intervenciones de los profesores José Luis de las Heras y de Jacobo Sanz Hermida, exdirector y director de Ediciones Universidad de Salamanca, respectivamente, y de los autores de los tres primeros libros de la colección: Ricardo Rivero (“El futuro de la Universidad”), José Ángel Domínguez, profesor de Geometría de la Universidad de Salamanca y exdirector de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León (“Calidad y Universidad”), y Salustiano Mato, catedrático de Zoología y exrector de la Universidad de Vigo (“Nuevo modelo conceptual de transferencia del conocimiento”), quien lo hizo telemáticamente.

Entre los fundamentos de esta colección está el confiar a expertos la presentación del tema, sus fundamentos y, lo que resulta una novedad frente a otros estudios, sus propuestas para afrontar o mejorar las cuestiones que se abordan, según explica Sanz Hermida. “El objetivo que se ha planteado la Universidad de Salamanca es “dar hondura a un debate necesario sobre el presente y futuro de sus Universidades, su condición, su misión, su papel en la sociedad del conocimiento y de las nuevas tecnologías no solo desde la construcción teórica, sino desde el conocimiento del quehacer diario y de los retos que tiene por delante”.

Propuesta editorial pionera

Esta propuesta editorial pionera se dirige, por tanto, a un público amplio, que no necesita ser “experto” en las materias que se abordan, y quiera “saber más” sobre el sentido de una institución que genera conocimiento, transmite valores, forma a generaciones de egresados o se imbrica en la sociedad en la que vive. “La pandemia ha mostrado más si cabe la necesidad de la Ciencia en sentido amplio y de sus expertos”, subraya el director de Ediciones USAL.

En este sentido, el rector Ricardo Rivero considera que la colección “La Universidad del siglo XXI” quiere ser “un referente de la capacidad de liderazgo de las Universidades para responder al dinamismo de una sociedad avanzada”, sin dejar de plantearse qué mejoras puede haber en todos los ámbitos y, sobre todo, en las tres vías que le son propias: docencia, investigación y transferencia del conocimiento.

“La Universidad de Salamanca ha venido demostrando a lo largo de la historia “su vocación de liderar los avances del sistema universitario”, de ahí la importancia de aportar ideas a este debate en un momento en el que el Gobierno de España afronta la discusión sobre la reforma de la legislación universitaria.

Ricardo Rivero Ortega: “El futuro de la Universidad”

El punto de arranque de “El futuro de la Universidad”, en palabras del rector y catedrático de Derecho Administrativo, Ricardo Rivero, es un artículo publicado el 1 de junio de 2020 en la revista “Nature”, titulado “Universities will never be the same after the coronavirus crisis”.

El libro se estructura en seis capítulos y un epílogo. El capítulo primero trata los orígenes europeos del modelo universitario mundial: Bolonia (1088), Oxford (1096), París (1215), Salamanca (1218) o Heidelberg (1396) son los primeros «estudios». Y formaron a las élites burocráticas de aquellos tiempos. Crearon desde sus orígenes un modelo asentado, que luego se trasladó a las Universidades Americanas. En el capítulo segundo Rivero reflexiona sobre el propósito principal de la Universidad, no solo como motor del conocimiento, sino su contribución al desarrollo. “¿Qué es una buena Universidad?”  es la pregunta que abre el capítulo tercero, que se dedica a un análisis comparado de percepción y rendimiento, desde el punto de vista de los rankings de calidad universitarios.

El capítulo cuarto se ocupa del buen gobierno universitario, cuya solución “pasa necesariamente por la trasparencia en la medición de resultados, la corrección de las desviaciones y conflictos de intereses y el mejor servicio a la sociedad”.

El capítulo quinto está dedicado a quienes integran la comunidad universitaria: el profesorado, “el primer factor de prestigio de las Universidades”; los estudiantes y la importancia de su selección mediante la EBAU; y la excelencia del personal de administración y servicios “cuyos perfiles pueden y deben crecer en profesionalización”. Rivero abre una cuarta vía a “profesionales especializados y proveedores orientados a las necesidades propias” de estas instituciones de educación superior, una figura que contempla la ley, pero que no termina de ser una realidad en nuestras Universidades. La internacionalización marca el capítulo sexto, con una mención especial a ese acariciado puente hacia el Espacio Euroiberoamericano del Conocimiento y la Educación Superior.

En el epílogo, el rector de la Universidad decana de las universidades españolas reflexiona sobre hacia dónde avanzan las universidades, cómo será el alumno del futuro, o si serán todas las universidades digitales.

José Ángel Domínguez: “Calidad y Universidad”

Gracias a los sistemas de calidad la sociedad pueda confiar en la Universidad. O dicho de otro modo, garantizar la calidad de las Universidades es sinónimo de asegurar y mejorar la docencia y la investigación, demostrando porqué la sociedad puede y debe confiar en la Universidad. El libro “Calidad y Universidad”, de José Ángel Domínguez, ofrece una recopilación sintética y sopesada de los modelos de calidad en el ámbito universitario. Un panorama para el que no siempre se cuenta con el tiempo y la información necesarios para comprender los múltiples enfoques de la calidad en las Universidades. Domínguez presenta en sendos capítulos introductorio un recorrido histórico por las regulaciones legales dirigidas a garantizar la calidad de la Universidad. Una calidad que se halla en las escuelas filosóficas de Grecia del siglo IV, que tenían como lema: “Aquí no entra nadie que no sepa geometría”, haciendo gala de la exactitud y precisión del conocimiento que desarrollan las matemáticas.

Tras de esta presentación, la obra se vertebra en tres bloques. El primero está dedicado a los referentes de los modelos de calidad. Tiene cabida aquí la clasificación de los investigadores según el índice de citas de sus publicaciones en revistas académicas, y la clasificación a la que están sujetas las propias revistas. Se encontrará información sobre los índices de cita y el factor de impacto de las publicaciones, de la mano de WoS, SJR de Scopus, Goole Scholar. O de las revistas, tanto en el panorama internacional, como a la vista de los modelos seguidos en España: Fecyt o Miar. Asimismo se aborda la clasificación de las Universidades en los ránquines, presentando sus indicadores (qué cálculos se toman como referencia en cada uno de ellos), lo que hace de esta obra de Domínguez una guía básica para comprender un mundo lleno de cifras dispares.

El bloque central expone en su contexto las políticas españolas para la calidad en la educación superior y la investigación de los últimos 30 años (1983-2020), con referencias tanto a Europa como Iberoamérica. Entre sus páginas se presentan, entre otros, los sistemas de evaluación de la ANEP, CNEAI, ANEP, o el despliegue en España de los «programas ANECA» de calidad de las Universidades, el Marco Europeo de Cualificaciones (EQF), el programa Docentia, o lo Campus de excelencia Internacionales (CEI).

El bloque final expone una apología y a la vez una perspectiva crítica de los sistemas de garantía de calidad en las Universidades. Como anexo se recogen las iniciativas de calidad llevadas a cabo por la Universidad de Salamanca, así como una puesta al día e identificación de las siglas que identifican a las diversas organizaciones implicadas en el espacio europeo e iberoamericano del conocimiento.

Salustiano Mato de la Iglesia: “Nuevo modelo conceptual de transferencia del conocimiento”

Si la primera misión de la Universidad es la docencia y la segunda la investigación, la tercera es la transferencia del conocimiento. La transferencia pretende promover dinámicas y políticas de incentivo en las universidades y centros de investigación. Por un lado, la transferencia quiere que la sociedad y los ciudadanos desempeñen un papel más activo en el sistema de I+D al tiempo que integra a la universidad como una pieza más de la sociedad. Se entiende la transferencia así en sentido amplio: que alcanza a la sociedad y a todos sus actores (empresas, instituciones, organizaciones, asociaciones, ciudadanos). Tiene pues un carácter complementario a los efectos académicos y económicos de la docencia y la investigación.

Por otro lado, la transferencia permite a los investigadores salir de forma más activa al mundo real en busca de formas y manera en las que su conocimiento pueda ayudar, asesorar, y/o resolver problemas y necesidades de la sociedad en la que vive. El ministro Pedro Duque puso en 2018 en marcha el sexenio de transferencia, para tomar el pulso a los docentes universitarios. En su primera convocatoria, de carácter experimental, ha tenido casi 17.000 solicitudes. Este libro del actual presidente del Comité Asesor del Sexenio de Transferencia de Conocimiento y vicepresidente adjunto de la CRUE, testimonia las ideas en las que se fundamenta y analiza los criterios e indicadores que pueden tenerse en cuenta en la evaluación de la actual convocatoria.

La obra se divide en cinco capítulos que se cierran con una consideración final. El capítulo primero aborda los modelos de transferencia que existen, y como aplicarlos, de modo que no solo se acoja la dimensión ‘más visible’, la transferencia de tecnología, sino también el de la innovación social (inter y multidisciplinar) por el que el conocimiento social y humanístico no pierde valor al ser compartido. Los capítulos segundo a cuarto definen el modelo propuesto por la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas) para su puesta en marcha. La transferencia es una cadena de transmisión, que pinta así: El informe Crue para transferir el conocimiento se agrupa en cuatro indicadores: 1) Transferir a través de la formación de las personas; 2) Transferir el conocimiento propio a través de actividades con otras instituciones; 3) Transferir generando riqueza a nivel local; 4) Transferir generando valor social.

El capítulo sexto se encarga de explicar el Sexenio de transferencia, los diferentes bloques y sus indicadores: qué son, qué miden, que no miden (¿es un contrato de un proyecto calificable de transferencia o de investigación?), y qué novedades o precisiones en función de las dificultades que han ido surgiendo en este proyecto, se han propuesto de cara al futuro. O incluso, qué nuevos indicadores se han propuesto a la ANECA para la próxima convocatoria (principalmente actividades que han sido excluidas en la convocatoria actual pero que tienen como objetivo transferir el conocimiento a la sociedad), así como los documentos mínimos que acreditan la aprobación de sus Ítems. En este sentido, esta obra es una clara guía para el solicitante.

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