Salamanca, 10 de febrero de 2011. El científico y profesor de la Universidad de California Stephen Whitaker y el editor peñarandino Germán Sánchez Ruipérez han recibido esta mañana la máxima distinción que concede la Universidad de Salamanca, el doctor honoris causa, en una ceremonia presidida por el rector de la institución académica, Daniel Hernández Ruipérez, y cuya concesión fue aprobada el pasado 28 de diciembre. Los nuevos doctores han estado acompañados por Miguel Ángel Galán Serrano, catedrático del Departamento de Ingeniería Química y Textil de la Universidad, como padrino de Whitaker, y María José Rodríguez Conde, directora del Instituto Universitario de Ciencias de la Educación (IUCE) y madrina del editor salmantino.
Además al acto de investidura han asistido los consejeros de Educación, Interior y Justicia y Sanidad de la Junta de Castilla y León, Juan José Mateos, Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Javier Álvarez Guisasola, respectivamente, y otras autoridades civiles, militares y académicas, entre ellas el equipo de Gobierno al completo, el rector de la Universidad Pontificia, Marceliano Arranz, el académico de la lengua española Victor García de la Concha, los exrectores de la Universidad de Salamanca Julio Fermoso y Enrique Battaner, el exministro de Cultura, César Antonio Molina y los alcaldes de Salamanca, Béjar y Peñaranda de Bracamonte, Julián Lanzarote, Cipriano González Isidro Rodríguez, respectivamente. (Ver listado de autoridades).
El rector de la institución académica salmantina, Daniel Hernández Ruipérez, ha reflexionado en su discurso sobre el concepto de “honor”, el reconocimiento tanto del mérito como de las cualidades morales de personas que por su trayectoria profesional lo merecen. Así, ha destacado la excelencia del científico Stephen Whitaker, quien de hecho ya es doctor, y también del editor Germán Sánchez Ruipérez, a quien la Universidad de Salamanca incorpora a su lista de doctores. En él, ha dicho el rector, “honramos una figura eminentemente humanística, pero también un visionario que ha sabido buscar la adaptación de la lectura a los contextos más complejos, creando un imperio que supera las 150 sociedades empresariales”. De Whitaker el rector ha destacado su ser un hombre “pionero desde el principio” que “sigue siéndolo hoy en día ya que su disciplina es de frontera, por cuanto en ella es nuevo, su método, sus puntos de partida, sus descubrimientos”. Daniel Hernández Ruipérez ha agradecido su trayectoria científica, pero también su trabajo como creador de libros, de manuales, de publicaciones y monografías. De este modo, “nuestro dos nuevos doctores están unidos por el libro, por ese objeto bellísimo y práctico, ese vehículo de cultura y de placer, tan adecuado a su función, por ese prodigio del diseño industrial, que se reinventa en nuevas formas tecnológicas como sólo lo esencial consigue pervivir bajo otras apariencias”, ha asegurado el rector. (Ver discurso del rector, Daniel Hernández Ruipérez)
El editor Germán Sánchez Ruipérez
En su discurso de Laudatio, la directora del IUCE ha destacado “el compromiso permanente con la educación, a través del fomento de la lectura, de la innovación educativa y del estímulo a las formas más variadas de creación cultural” del editor Germán Sánchez Ruipérez. Un peñarandino que asumió desde su propio origen la máxima “saber leer, poder leer, querer leer”, convirtiéndola, según Rodríguez Conde, en la razón principal de su existencia. Y esta vocación educativa, a través del libro y de la edición, se refleja sobre todo en la que es, en sus propias palabras, su “obra más querida”: la Fundación que lleva su nombre y con la que ha adquirido un compromiso social, apostando decididamente por la persona. (Ver Laudatio de María José Rodríguez Conde)
La trayectoria empresarial y emprendedora, así como la dedicación a la educación y a la cultura de Germán Sánchez Ruipérez ha sido distinguida con premios como el de Castilla y León de las Ciencias Sociales y Humanidades en 2004 o la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, concedida por el Consejo de Ministros en 2006. Sin embargo, a pesar de su éxito como editor a nivel internacional, “siempre ha querido llegar a la universalidad desde lo local”, ha aseverado su madrina en la ceremonia. Por eso, Sánchez Ruipérez ha agradecido la concesión del honoris causa por la Universidad de Salamanca con especial emoción, como viviendo “un sueño del que nunca quisiera despertar”.
El nuevo doctor en Ciencias de la Educación ha recordado que la decisión de trabajar en la librería Cervantes para ayudar a su padre impidió su ingreso en esta Universidad. Pero “en absoluto fue óbice para que la Universidad en su conjunto, y precisamente por influjo de la propia librería, dejase de alimentar y enriquecer mi vida”, ha explicado el editor. Sánchez Ruipérez, que se ha definido a sí mismo como un “hombre de la edición y del libro”, ha hecho hincapié en su relación con la institución académica, de la que tomó el nombre de su afortunada y famosa primera editorial, Anaya. Además ha expresado su firme compromiso con la lectura y la educación, ejes vertebradotes de su Fundación, de la que siempre quiso hacer su “obra definitiva”. (Ver discurso de Germán Sánchez Ruipérez)
El científico Stephen Whitaker
Por otro lado, Galán Serrano ha destacado que el nombramiento del científico Whitaker como doctor honoris causa supone “el reconocimiento objetivo a una carrera científica sobresaliente”. Además, el acto es, a su juicio, “un hecho relevante, no sólo porque será el primer ingeniero químico, probablemente el primer ingeniero en general que lo sea por esta Universidad, sino también, para la difusión y reconocimiento, a través de la Universidad de Salamanca, de la Ingeniería Química”. En este sentido, Stephen Whitaker es, según Miguel Ángel Galán, “el paradigma del profesor universitario, la conjunción de la Docencia, la Investigación y la Transferencia de Tecnología”. (Ver Laudatio de Miguel Ángel Galán Serrano)
Precisamente el científico ha agradecido su nombramiento como doctor honoris causa por la Universidad salmantina con una lección en la que ha planteado su forma de entender la educación y la universidad. Whitaker, cuya vocación ha sido y es la de investigar y enseñar, ha recomendado sinceridad a los profesores; “de vez en cuando”, ha dicho, “los profesores deben confesar a los estudiantes lo que no entienden y siempre deben decirles la verdad”.
El ingeniero de la Universidad de California, autor de más de 300 publicaciones y de cinco patentes en explotación, y que ha recibido numerosos premios por su trabajo como investigador, entre los que destacan los de la National Science Foundation de los Estados Unidos, del CNRS francés y del National Council de la República China, ha ensalzado en su discurso el valor de la Ingeniería Química, así como el papel de la Universidad como “brújula moral que guíe el comportamiento necesario en el conflicto entre beneficio, seguridad y responsabilidad mediambiental”. (Ver discurso de Stephen Whitaker)
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